Y AL INMACULADO
CORAZÓN DE MARÍA.
Foto. María (simbolizada por el lirio blanco) Madre de la Eucaristía
Hoy hemos tenido un día de retiro espiritual con dos
meditaciones y una hora Santa, adorando al Santísimo Sacramento del altar, acompañando y reparando al Sagrado
Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Un día de cielo.
Queremos compartir algunas ideas que nos han gustado y hemos
puesto en común a nivel comunitario.
Estamos en el centenario del Sagrado Corazón de
Jesús traspasado por la lanza para la salvación de los hombres. De este Corazón
abierto nació la Iglesia.
En la Iglesia hay heridas y el Corazón de
Cristo sufre por nuestros pecados, desamor e indiferencia.
Reparar las ofensas que recibe el Corazón de
Cristo por nuestros pecados no es tener lástima. Existe una reparación afectiva y una reparación aflictiva. Cuando ves sufrir desprecios a un ser
querido quisieras evitarle ese dolor y amarle mucho más para reparar esa ofensa. Cuando sufrimos
podemos ofrecer nuestros sufrimientos unidos a los de Cristo como reparación
por nuestros pecados y los de toda la humanidad. Aceptamos lo que nos pasa con amor porque Él nos amó primero sufriendo por nuestra salvación.
Dijo la Virgen en Fátima:
La llama de Amor del Inmaculado
Corazón de María es una gracia que Dios a toda la humanidad. María es la única que puede encender la llama de Amor
en nosotros.
“La Virgen María nos hace una llamada para
encontrarnos con su Inmaculado Corazón en la vida cotidiana, en nuestra
historia personal y de familia. Por nuestra debilidad humana el mal nos tiene
cegados ante la gracia de Dios y no nos reconocemos pecadores, no reconocemos
la presencia del maligno en nuestra vida, lo ignoramos y pensamos que no existe.
Sin embargo está atacando a toda la humanidad dividiendo a las familias, metiéndose
con los poderes políticos, la sexualidad, el aborto, una profunda crisis de fe. El hombre, engañado y confundido, piensa que esto son valores humanos, entra dentro de la normalidad. No piensa que tiene un alma inmortal y que rechazando la salvación de Dios podría condenarse para siempre.
Esto aflige mucho el Corazón de nuestra Madre del cielo.
Esto aflige mucho el Corazón de nuestra Madre del cielo.
La llama de Amor del Inmaculado Corazón de
María nos ayuda a vencer al demonio porque la Virgen es la única que conoce la
profundidad del misterio de Dios. Todos estamos llamados a revestirnos de la
llama del Amor de María, a convertirnos
en santuarios de su presencia y revestirnos interiormente de la gracia de su amor”.
El tiempo pasa muy rápido, como agua derramada entre los dedos
de las manos.
Cuando nos visita la prueba, el dolor o la enfermedad es un signo de la
predilección de Dios porque en la otra vida nos espera una felicidad muy
grande.
Para un cristiano no cuenta las obras externas que hacemos sino
la intención profunda que ponemos al realizar estas obras.