La Orden de Santa Clara celebra el 23 de Septiembre el
hallazgo del cuerpo de su Santa Madre.
Santa Clara murió el 11 de agosto de 1253 en el monasterio
de San Damián, a las afueras de Asís, y fue enterrada en la iglesia de San
Jorge. Construida la Basílica de la Santa en Asís, su cuerpo fue depositado, el
3 de octubre de 1260, en una tumba de piedra colocada profundamente debajo del
altar mayor, donde permaneció inaccesible durante casi seis siglos. El hallazgo
del cuerpo de san Francisco en 1818, despertó el deseo de sacar también a la
luz el cuerpo de santa Clara. En 1850 Pío IX autorizó las pertinentes
excavaciones, y el 23 de septiembre de aquel mismo año se abrió solemnemente el
sepulcro que contenía los restos de la Santa y se expusieron sus reliquias a la
veneración de los fieles.
El 3 de octubre de 1872, fueron depositados en una urna de
azófar en la nueva cripta construida para tal efecto.
La
ubicación actual de los restos de santa Clara es de 1987, después que las
santas reliquias fueran sometidas a un tratamiento conservativo adecuado.
Tú mereces un canto, mi Señor,
por nuestra hermana Clara
llevada en el fulgor del fuego
y en el salto transparente del agua
Tú mereces un himno, mi Señor,
por nuestra hermana Clara,
que a todos llega como el sol
y como la luna estampada en el agua.
Tú mereces un salmo, mi Señor,
por nuestra hermana Clara
que aguanta enfermedad y ama
y resiste en alabanza
como el alba.
Tú mereces un salmo, mi Señor,
por nuestra hermana Clara
que bendijo el ser tu criatura
y muriendo en tu paz te dio su alma.
Tú mereces la gloria y el honor
por toda criatura que vive bajo el sol.
Alabanza al Hijo Jesucristo y al Padre,
y al
Espíritu Santo por los siglos todo amor. Amén.