“Me
amó y se entregó por mí”
ME AMÓ Y SE ENTREGÓ ¿Quién? El Hijo de Dios el que está vivo en el sagrario, escondido en
la forma del pan consagrado. Cristo anticipó su entrega sangrienta en la Cruz dándose
a sus discípulos, convirtiendo el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre. Este
es el milagro que se da en cada misa y conmemoramos de manera especial el
Jueves Santo
POR MÍ, por ti. Cada hombre en cualquier lugar del mundo, de cualquier religión o
condición social, puede aplicarse estas palabras: “POR MÍ”. Desde Adán, el primer hombre, hasta el final de los
tiempos, cada hombre o mujer puede aplicarse este por mí único e
irrepetible. Cristo cuando murió y entregó su vida me amó y estaba pensando en
mí.
A un lado de la cruz está el SAGRARIO, en cuya puerta aparece
tallado en madera el Cordero Pascual del que habla el libro del Apocalipsis, porque
Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
A otro lado de la cruz
CINCO PALMAS.
Nos recuerdan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cuando es aclamado y
recibido como Rey. La palma es símbolo de victoria. Estas palmas nos recuerdan
la resurrección del Crucificado que vence a la muerte y al demonio. Cinco
palmas, porque fueron cinco las llagas de Nuestro Señor: manos, pies y costado.
Junto al sagrario SIETE VELAS nos
recuerdan los siete dones del Espíritu Santo que Cristo regala a su Iglesia
gracias a su muerte y resurrección.
Junto a la cruz, a cada lado, UNAS VELAS que simbolizan a la Iglesia que está vigilante,
en vela, junto a su Señor, acompañándolo en su dolor y agradeciendo tanto
sufrimiento y tanto amor.
Delante de la cruz un ADORNO
FLORAL con gran contenido simbólico:
Un enorme CORAZÓN BLANCO nos recuerda el Inmaculado Corazón de María
traspasado de dolor al pie de la cruz. La Virgen se convierte en Madre de la Iglesia y en Madre de cada hombre cuando ofrece
al Padre la vida de su Hijo. El verde esperanza nos recuerdan las palabras de la Virgen: "Al final mi Inmaculado Corazón triunfará"
LAS FLORES ROJAS que
descienden desde la cruz hacia la tierra en forma de arco hacen referencia a la
sangre que el Señor derramó en la cruz por nosotros. Esta sangre es fuente de
vida, simbolizada por las hojas de helecho que hay debajo de ellas.
LAS FLORES BLANCAS nos
recuerda la pureza que Cristo nos mereció por su pasión, es decir simbolizan el
hombre redimido.
COSTILLA DE ADÁN son las
hojas que decoran el florero por su parte inferior, tocando el suelo. Porque
Adán, sacado del barro de la tierra, ha sido restaurado por Cristo, el Nuevo
Adán.
ROSAS BLANCAS en la base
del florero. En estas flores vemos representadas las voces de los redimidos,
vestidos con vestiduras blancas, cantando un himno de alabanza al Cordero
degollado que está sentado a la derecha de Dios en las alturas.
Que profunda reflexion Nos amó hasta el extremo...un buen dia para reflexionar cuanto le AMO yo...y cuanto debo de AMAR A MI PROJIMO.
ResponderEliminarQue profunda reflexion Nos amó hasta el extremo...un buen dia para reflexionar cuanto le AMO yo...y cuanto debo de AMAR A MI PROJIMO.
ResponderEliminarMe gusta muchoooo
ResponderEliminar