Este
día se celebra la fiesta de Santa María de los Ángeles, y en esta fecha se
puede obtener indulgencia plenaria visitando un templo franciscano, una
parroquia o una catedral. Se puede aplicar por sí mismo o por un difunto.
La
indulgencia plenaria, es el
perdón de la pena que se paga por los pecados en el purgatorio. Nada manchado
entra al cielo, es por esto que después de la muerte hay un tiempo de
purificación que es el purgatorio.
Condiciones
requeridas para la Indulgencia
1. Visita a la iglesia, donde se reza un
PADRENUESTRO Y UN CREDO (ya incluidos en esta celebración).
2. CONFESIÓN, COMUNIÓN (misa) y rezo de un
PADRENUESTRO y un AVEMARÍA por las intenciones del Papa.
3. Exclusión de cualquier apego al pecado.
Estas
condiciones son necesarias para cualquier indulgencia plenaria, y se pueden
cumplir en TODAS PARTES.
Hoy
también da comienzo la Novena a Santa Clara de Asís.
NOVENA A SANTA CLARA DE ASÍS
Oración para todos los días.
Seráfica
virgen, santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de
confianza pidiendo me alcances el perdón de mis pecados para que, como tú,
pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su sangre
redentora, derramar mi alma en la suya divina y quedar deificado como tú, al contacto de sus
resplandores eucarísticos.
DÍA PRIMERO
Salve a ti, dulcísima virgen Clara, celestial
cultivadora de azucenas eucarísticas,
simbolizadas en el coro de purísimas
vírgenes que tú fundaste para hacer la corte de honor al Rey de la Majestad, oculto bajo la divina
fragilidad de la hostia. Por este singular privilegio, te ruego derrames sobre tus vírgenes y sobre
el mundo entero tu seráfico espíritu, para que amando y adorando en espíritu y en verdad, tan
augusto Sacramento, lleguemos a adorarle contigo en el eterno festín de la gloria. Amen.
(Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria)
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Acuérdate, oh serenísima estrella de mi vida, madre Santa Clara, acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Virgen María, delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.
Acuérdate, oh serenísima estrella de mi vida, madre Santa Clara, acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Virgen María, delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.
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