Oración para todos los días.
Seráfica
virgen, santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de
confianza pidiendo me alcances el perdón de mis pecados para que, como tú,
pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su sangre
redentora, derramar mi alma en la suya divina y quedar deificado como tú, al contacto de sus
resplandores eucarísticos.
DÍA NOVENO
¡Oh excelsa virgen Clara!, tu alma, candor de
azucenas celestiales, derramose suave y deliciosamente en el alma de la
celestial Madre de Jesús, la cual te colmó de caricias maternales en el
destierro; y acompañada del radiante coro de las vírgenes, bajó a llevarte al
eterno descanso. Por gracia tan singular te suplico que al declinar las sombras
de mi vida, vengas acompañada de la celestial Princesa a recoger mi espíritu, para
trasportarlo a las dulces playas de la eternidad. Amen
(Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria)
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Acuérdate, oh
serenísima estrella de mi vida, madre Santa Clara, acuérdate que jamás mortal
alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado con la firme confianza de
que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro suplicándote no desoigas
mis plegarias. Por la Virgen María, delicia de tu alma, mírame piadosamente y
obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi
alma. Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario