lunes, 23 de julio de 2018

CUÁNDO Y CÓMO


SE EXTIENDE LA DEVOCIÓN DE LA VIRGEN DE LA TEJA EN ESTADOS UNIDOS Y LATINOAMÉRICA

Testimonio de Juan Ángel Castellanos

En el verano de 1995 yo estaba viviendo en U. S. A. y me había mudado con mi familia del estado de New Jersey al estado de North Carolina, pues la empresa para la que yo trabajaba en esos momentos se había cambiado de estado y la mayoría de los trabajadores nos fuimos con la empresa. Esto es algo muy común en Los Estados Unidos. El caso fue que a los 8 meses de estar allí, la empresa hizo recortes y me quedé sin trabajo. Mi esposa y yo estuvimos bastante deprimidos pues habíamos dejado todo atrás: familia y amigos. Además, estábamos sin medios para volver.
Fue entonces cuando mi madre, que había venido desde España a Estados Unidos de visita, me contó que mi tía Mildred se había quedado sin trabajo en Madrid y que una señora le había regalado una estampa de la Virgen de la Teja y una novena, que cuando la hacías te ayudaba a encontrar trabajo. Al principio yo estaba un poco incrédulo y tenía mis dudas pero a pesar de todo llamé a mi tía Mildred y le pedí que me la enviara. Ella se fue a Villarrobledo, me compró una novena y me la envió con una estampa de la Virgen.


Cuando la Virgen llegó a mí, yo llevaba varios meses trabajando en Sara Lee textil (Hanes) una empresa que se dedicaba a ropa interior. Cargaba cajas de ropa. Yo había terminado estudios de autocad y diseño de muebles ya que North Carolina era un estado donde esa especialidad me sería de más ayuda para encontrar trabajo; ya que es un estado donde la industria de los muebles es uno de los motores de la economía. Pero a pesar de eso no encontraba trabajo. En cada entrevista me decían que no tenía experiencia laboral en el medio. Patricia, mi pareja, me dijo: “Si no te resuelve esta novena, nos volvemos a New Jersey aunque sea caminando”; y créame que estábamos a punto de hacerlo.
Empecé a hacer la novena y al 5º día me llamaron de BRAYTON INTERNATIONAL (una empresa líder en la industria de muebles) para una entrevista. Cuando llegamos al aparcamiento de la compañía, Patricia me dijo que por qué no hacía la novena de ese día antes de entrar a la entrevista. Yo pensé que era buena idea y lo hice. Cuando terminé la entrevista, la persona que me entrevistó me dijo que me llamarían. Yo salí muy desilusionado pues ya era la entrevista número16 que hacía en 20 días. Así que salí me monté en el coche y le dije a Patricia: “otra vez lo mismo, yo creo que esto de la novena no funciona”. Ella me dijo: “hombre de poca fe tienes que esperar”. Yo puse el coche en marcha, y cuando iba saliendo del aparcamiento, oigo a alguien que me gritaba para que me detuviera. Patricia me dice: “¡Para, para! que ese señor te llama. Cuando paro veo que era el que me había hecho la entrevista y me pregunta si puedo empezar a trabajar el próximo lunes. Yo me quedé de una pieza; no sabía qué decir. Como él vio que yo no decía nada me dijo: “No te preocupes, te vamos a pagar el salario medio aunque no tengas mucha experiencia, pero veo que tienes muchas ganas de trabajar y sé que lo harás bien”. Ese señor era el jefe de producción de la empresa y fue mi jefe por 12 años en los que hicimos una gran amistad hasta el día de hoy.
Eso no es muy común, al menos yo no conozco a nadie que la persona que lo entrevista para un trabajo te corra detrás para darte el empleo, y mucho menos en los E. U. que son mas fríos en todo y le hubiera bastado con hacerme una llamada para citarme nuevamente. Pero el señor decidió hacerlo así. Años después le pregunté por qué lo había hecho y él me respondió que no tenía una razón lógica, que solamente lo pensó y lo hizo. Yo le dije: “creo que conozco la razón”. Y cuando le conté me dijo: “Juan, yo soy pentecostal, pero si tu fe te dice eso, síguela que te llevará lejos”.


En esa misma época yo asistía a la Parroquia de Lady of Mercy (Nuestra Sra. De la Merced) en la cuidad de Winston Salen N. C. donde no había misa en español. A pesar del creciente número de hispanos, los americanos no querían que se hicieran misas en castellano. Decían que por qué tenían que decir misa en un idioma que ellos no entendían, que aquello no tenía sentido. Como eran mayoría y los que más aportaban económicamente a la iglesia no había manera de hacer nada. La misa en español la teníamos en un parque al lado de la iglesia. La realidad era que ellos creían que se les llenaría la iglesia de mejicanos y eso no era muy bien visto por ellos (para los estadounidenses, si hablas español eres mejicano).
Por entonces, había un diácono colombiano en la iglesia, que al igual que yo era bilingüe e íbamos a la misa en inglés. Un día me dijo: “Juan, esa Virgen tuya, que tanto tú pregonas ¿no nos puede echar una mano con lo de las misas?. Él me lo dijo en broma, pero yo luego me lo pensé y en una reunión de la comisión de apoyo que habíamos creado para luchar por la misa en español les dije a todos de hacer la novena para pedirle a la Virgen por un milagrito. Éramos 12 en la comisión, pero sólo 7 empezamos la novena y cuando la terminamos éramos 23 personas. A los quince días, ya teníamos NUESTRA PRIMERA MISA EN CASTELLANO DENTRO DE LA IGLESIA. El Párroco (aunque era irlandés hablaba castellano perfectamente y había logrado poner una imagen de la Virgen de la Guadalupe dentro de la iglesia), a raíz de la primera misa en castellano me dijo: “Juan tráete una imagen de la Virgen de la Teja que la quiero poner en la iglesia”. Yo la única imagen que tenía era la estampita que me había enviado mi tía. Me fui a un estudio fotográfico, mandé hacer una ampliación (que quedó muy bonita) y se la llevé al Padre. Ese fin de semana estuvo por primera vez en misa con todos, pero eso no fue todo. En medio de este ajetreo, Pedro Herrán (el diácono colombiano) me propuso hacer fotocopias de la novena y ponerlas debajo de la imagen de la Virgen para todo el que quisiera hacerla de modo privado. Nos fuimos a una farmacia donde trabajaba un amigo e hicimos unas 50 fotocopias del folleto de la novena. El sábado las pusimos debajo de la imagen de la Virgen. El domingo después de misa cuando nos íbamos, el Padre se acercó y nos dijo: “¡En menudo lío me han metido ustedes dos! ¿saben cuántas personas me han pedido hoy la bendita novena? ¡Se habían agotado!” Nada, que tocó salir corriendo y hacer más.
Pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue que en esa época comenzaron a irse para China las fábricas de muebles y otras empresas. El empleo empezó a disminuir mucho en el estado donde nunca antes esto había pasado. Fue entonces cuando los parroquianos anglosajones se acercaron al Padre y le pidieron que hablara con nosotros para que se les tradujéramos al INGLES la novena de la Virgen de la Teja. Esos que un tiempo atrás no nos dejaban tener misas en castellano, ahora venían a pedirnos ayuda. La traducción la hice yo, con la ayuda de Pedro Herrán y otras personas. De manera que la Virgen de la Teja tiene seguidores angloamericanos en North Carolina y con la ayuda de Dios, pido que se haya propagado por todo el país.
Como dato curioso le contaré que yo trabajaba de voluntario en la oficina de Cáritas que allí  llamábamos “la casa Guadalupe”, en honor a la Virgen de la Guadalupe, pues la mayoría de los emigrantes eran de origen mejicano. Un día se me acerca una señora y me dice: “Oiga Don, ¿usted no es el que trajo a la “Virgen de los albañiles?” Yo no entendí lo que me quería decir y le respondí que no. Pero ella me respondió: “Sí, sí Don, la que se le pide trabajo”. Yo me eché a reír, le dije que se llamaba la Virgen del Remedio, pero se le conocía como la “Virgen de la Teja”, porque había aparecido en una teja. Me dijo que ella la había conocido en el estado de Chiapas en MEJICO, porque un hermano suyo se la había llevado desde Los E. U. a su país. Se la había enseñado a toda la familia y amigos. Así que en esa época ya la novena de la Virgen de la Teja andaba de gira por Méjico. Por otras personas amigas mías, sé que fue llevada a Honduras, Guatemala, Ecuador y Filipinas. Estas son las personas de las que yo le puedo dar fe. ¡¿Quién sabe hasta dónde ha llegado?! No lo sé, sólo Dios y la Virgen lo saben.
En noviembre del 2008 me fui a vivir al estado de Florida, pues mis hijos se habían ido a vivir allí y mi primer nieto iba a nacer. La sorpresa fue que allí conocí a una chica Venezolana que tenía una imagen en su casa de la Virgen de la Teja. Cuando le pregunté de dónde provenía esa estampa, me dijo que se la había regalado un sobrino de su marido que vivía en DAKOTA DEL SUR, un estado al norte de los Estados Unidos, frontera con Canadá. Yo no sabía qué decir pero se me salieron las lágrimas. Mi hija Nathaly dijo: “Esa Virgen la trajo mi abuela de España” (porque fue mi madre la primera persona que me había hablado de ella). Yo le conté toda la historia. Ella me dijo que su sobrino le había dicho que era una Virgen española que habían traído unos hispanos pero que no sabía nada más.



Cuando llegué a la Florida, ya estaba la crisis por lo que era muy difícil encontrar trabajo. Pero yo muy fiel a mi Virgen hice la novena y me puse a trabajar como manager de una compañía de limpieza. Allí estuve trabajando hasta diciembre de 2011 que me vine a Madrid por temas familiares. Además quería cumplir mi promesa a la Virgen de la Teja de ir a verla. Fui ante la Virgen el 17 de Marzo de 2012. Cuando volvimos a Madrid, mi tía Mildred se me enfermó y a su hija Patry le detectaron lupus eritematoso que es una enfermedad muy mala. Así que decidí quedarme un tiempo para ayudarles. Ellas significan mucho para mí, pues mi tía fue la que me crió hasta los 7 años por lo que ella es mi segunda madre, y sus 2 hijas mis hermanas. Todos me dijeron que era una mala época para tomar esta decisión por la crisis económica, pero no tenía alternativa: o me quedaba a ayudarlas o me volvía a USA , así que decidí quedarme.
Una amiga de mi prima me dijo: ¿Cómo vas a hacer para encontrar trabajo con 50 años y la crisis tan fuerte? Le respondí: “No te preocupes yo tengo un arma secreta”. Así que dale a hacer la novena. El 8º día que era el 7 de abril yo mandé mi Currículum Vitae a la compañía Tysak y a las 11 de la mañana del otro día me llamaron para la entrevista. La pasé bien y comienzo a trabajar el día 27 de abril.

Este testimonio fue recogido por la comunidad el día que vinieron a visitar a la Virgen, un sábado 17 de marzo de 2012