EL VERDADERO PADRE DE FRANCISCO
NOVENA A SAN FRANCISCO DE ASÍS
EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
DÍA 2º
-Tú conoces mi corazón, Señor ten piedad.
- Tú sabes cómo es el fondo de mi alma, Cristo ten piedad.
- Tú eres mi camino y mi descanso, Señor ten piedad.
OREMOS A DIOS CON SAN FRANCISCO
Oh alto y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de
mi corazón. Dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y
conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento.
REFLEXIÓN
Su padre, al darse cuenta de la conducta de su
hijo, fue enojado en su búsqueda, pero Francisco estaba escondido y no lo
halló. Un mes después fue él mismo el que decidió encarar a su padre. En el
camino a su casa, las personas con que se encontró lo recibieron mal y,
creyéndolo un lunático, le lanzaron piedras y lodo. Francisco ante las
autoridades eclesiales
Su padre lo reprendió severamente, tanto que lo
encadenó y lo encerró en un calabozo. Al ausentarse el airado padre por los
negocios, la madre lo liberó de las cadenas. Cuando el padre regresó, fue ella
quien recibió las reprimendas del señor de la casa, y fue otra vez en búsqueda
del muchacho a San Damián, pero Francisco se plantó con calma y le reafirmó que
enfrentaría cualquier cosa por amor a Cristo. Pedro Bernardone, preocupado por
lo perdido de su patrimonio, acudió a las autoridades civiles a forzarlo a
presentarse, pero el joven rehusó hacerlo con el argumento de no pertenecer ya
a la jurisdicción civil, por lo que las autoridades dejaron el caso en manos de
la Iglesia.
Francisco se sometió al llamado de la autoridad
eclesial. Ante el requerimiento de devolver el dinero frente a su padre, no
sólo lo hizo, sino que se despojó de todas sus vestimentas ante el obispo Guido
y todos los presentes, proclamando a Dios desde ese momento como su verdadero
Padre.
“DESDE AHORA YA SOLO TENGO UN PADRE,
EL DEL CIELO”
Ante esto, el obispo lo abrazó.
Después Francisco se puso a reconstruir iglesias en
ruinas, entre ellas, a la que más estima tenía era la capilla de la Porciúncula
(“la partecita”) cuna de la primera Orden franciscana y la de san Damián, donde
fueron a vivir santa Clara y sus hermanas.
Pídase la gracia que deseemos
alcanzar en esta novena
ACLAMACIONES
-Demos gracias a
Dios, nuestro Padre, porque por medio de san Francisco de Asís nos ha llamado a
vivir su verdad y su amor. (Padrenuestro…)
-Demos gracias a Dios, nuestro Padre, porque ha
querido que su mensaje salvador sea llevado a toda la tierra por medio de los
franciscanos. (Padrenuestro…)
-Demos gracias a Dios, nuestro Padre, porque quiere
que Francisco de Asís tenga cada día nuevos seguidores e imitadores. (Padrenuestro…)
ORACIÓN FINAL PARA
TODOS LOS DÍAS
Señor Jesús, nuestros deseos más íntimos te buscan
y te invocan. Nuestros anhelos más profundos te reclaman. Todos necesitamos de
ti: el enfermo, el sediento, el que busca la belleza, el que ansía la verdad,
el que se esfuerza por conseguir la paz… te está buscando a ti que eres la
saciedad y la belleza plena, la única paz donde pueden descansar nuestros
corazones.
Muéstranos tu rostro, Señor. Queremos hacer un
mundo mejor. Danos un corazón humilde como el de san Francisco para que
sembremos a nuestro alrededor la paz y el bien. Amén.
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