EVANGELIZAMOS ORANDO
Con motivo de
la Jornada Pro Orantibus que se celebrará el próximo domingo, día de la Santísima
Trinidad, han hecho hoy una entrevista a nuestra hermana Yolanda para “El
Espejo”, un programa de LA COPE que los viernes es a nivel provincial. Puede escucharse en
http://www.cope.es/Menu/Local/Albacete/audios.(Día 13 de Junio)
http://www.cope.es/Menu/Local/Albacete/audios.(Día 13 de Junio)
¿QUÉ OBJETIVOS TIENE ESTA JORNADA?
-Orar por los
contemplativos como expresión de reconocimiento y agradecimiento por lo que
representan y su rico patrimonio espiritual.
-Dar a conocer
la vocación específicamente contemplativa, tan actual y necesaria.
-Invitar a que
participen en algún monasterio en las celebraciones litúrgicas.
¿QUÉ ES LA VIDA CONTEMPLATIVA?
Las
distintas formas de Vida Consagrada hacen presente a Cristo que enseña, cura a
los enfermos o anuncia el Reino de Dios.
Otra
de las facetas de la vida de Cristo era su condición de PERSONA ORANTE. Cristo
pasaba largos ratos en oración, se retiraba a la soledad para encontrarse con
el Padre. Los contemplativos hacen
presente, actualizan a Cristo orante.
¿QUÉ ES LO QUE LA CARACTERIZA?
Lo
específico de la vida contemplativa es precisamente la oración, el retiro del bullicio, del mundo, para
alimentar la amistad con Dios en la soledad y el silencio, creando así un espacio
para la escucha de la Palabra, la Sagrada Liturgia, los Sacramentos, la
comunión fraterna, el trabajo.
Nuestra
opción de vida, tan radical e incomprensible para algunos, se inicia a partir
de un encuentro de amor personal con Cristo, por eso puedes entregarte a Él,
porque le has descubierto como Alguien Vivo.
A
las contemplativas se nos conoce como “monjas de clausura”, es nuestra opción
eclesial, vivir escondidas con Cristo en Dios, dedicándonos a Él en la
totalidad del amor.
¿ES POSIBLE EVANGELIZAR DESDE LA ORACIÓN?
¡Y mucho! Aunque urja la actividad apostólica, nunca podremos sacar a los
contemplativos de sus monasterios.
Nuestro modo
de vida en sí ya es evangelizador. Evangelizamos con nuestro testimonio, con
nuestra consagración total a Dios en la alabanza, con nuestra intercesión en
favor de todos los hombres, que unimos al Único Intercesor ante el Padre, que
es Cristo.
¿Qué hacen
esos hombres y mujeres encerrados, dedicados solo a Dios y para colmo transmitiendo
alegría y felicidad? Señal clara y cierta de que Dios existe, que es amor en
Trinidad de Personas.
Algunas
imágenes nos pueden ayudar a comprender el significado o la “eficacia” de la
vida Contemplativa, tan desconocida para muchos cristianos. Una es de mi Madre
Santa Clara:
Otra
imagen es de Santa Teresa de Lisieux: “En el corazón de la Iglesia, mi Madre,
yo quiero ser el amor”. El corazón bombea la sangre, símbolo de la vida a todas
las células del cuerpo.
.
Esta mañana me vino una idea a la mente: Imaginaba un capullo de azucena abriendo su corola mirando al cielo, ¿qué utilidad tiene? Todo lo recibe del cielo: luz, calor, aire, al rocío que le sustentan y embellecen. Con su sola presencia está remitiendo a Dios: “Yo no me he dado el ser a mí mismo, lo que soy y lo que tengo lo he recibido del que es el SER por esencia, y que ha dejado su impronta en mí. Los contemplativos con su mera existencia remiten a Dios. Como dice el salmo: “No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria”.
¿CÓMO SE HA VIVIDO EL 4º CENTENARIO?.
Buceando
en nuestros orígenes, conociendo la historia, las vida de las primeras hermanas que nos precedieron hace cuatro siglos; que tuvieron una vida canonizable e hicieron célebre este Monasterio.
Esto nos lleva a agradecer a Dios por nuestro pasado, es un acicate para nuestro presente y nos anima a confiar a Dios nuestro futuro.
También hemos tenido celebraciones a las que hemos invitado al pueblo de Villarrobledo.
Esto nos lleva a agradecer a Dios por nuestro pasado, es un acicate para nuestro presente y nos anima a confiar a Dios nuestro futuro.
También hemos tenido celebraciones a las que hemos invitado al pueblo de Villarrobledo.
INVITACIÓN
En
este día de los contemplativos ¿por qué no acercarnos a un Monasterio cercano y
hablar con algún contemplativo sobre su experiencia de fe? Y si está lejano el
Monasterio, ¿por qué no buscar en internet algún testimonio que nos acerque a
esta realidad?
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