domingo, 8 de octubre de 2023

BÁRBARA YESENIA TOMA EL HÁBITO DE CLARISA

 CON EL NOMBRE DE SOR ROSARIO DEL DIVINO NIÑO

Ayer, festividad de Nuestra Señora del Rosario, fue un día muy hermoso, de mucha celebración para esta comunidad de hermanas clarisas de Villarrobledo.

Por la mañana ya empezamos a festejar a nuestra hermana, que iniciaría por la tarde su noviciado como clarisa.

Por la tarde, ya se vistió con su traje de novia para la ceremonia. Bárbara rebosaba felicidad y alegría, como toda novia el día de la boda con la persona que más quiere.

A las cinco y media comenzó la santa misa presidida por D. Pedro González Rodenas, párroco de Santa María, concelebrada por el P. Yury Vinynk.

Y acolitada por D. Erik Arnoldo que la próxima semana será ordenado diácono por el obispo de Albacete y dos monaguillos.

Los cantos corrieron a cargo del coro de la Parroquia de San Blas.

También cantamos nosotras algunas partes de la misa. 

Ofrecemos una síntesis de lo que fue la celebración para las personas que se hicieron presentes desde la distancia.

MONICIÓN DE ENTRADA

PAZ Y BIEN. Nos hemos reunido en este templo para celebrar la Santa Misa.

Hoy, día 7 de octubre (primer sábado de mes) es la víspera del domingo 27 del tiempo ordinario, y también la fiesta de nuestra Señora del Rosario.

Esta fecha ha escogido nuestra hermana Bárbara Yesenia, una joven de 24 años, para vestir el santo hábito franciscano en la orden de santa Clara, tomando el nombre de sor Rosario del Divino Niño.

Las clarisas de nuestro pueblo y toda la Iglesia se alegra por esta hermana que ha decidido en su corazón entregar su vida al mejor de los esposos: Nuestro Señor Jesucristo.

Seremos testigos del despojo de su vestido de novia para vestirse del Señor Jesucristo con un hábito de penitencia.

Demos gracias a Dios porque sigue suscitando vocaciones sacerdotales y religiosas para bien de su iglesia.

Aunque era víspera del domingo, las lecturas fueron escogidas por la novicia.

PRIMERA LECTURA 

Génesis 12, 1-4. Abraham, sal de tu tierra a la tierra que yo te mostraré.

SALMO 39 

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

EVANGELIO 

Lucas 1, 26 ss. La Anunciación, el sí de María.

Finalizado el Evangelio todos se sientan

1ª Lectora: "Has hallado un tesoro incomparable: Jesucristo"

2ª Lectora: Pocos secretos han sido tan celosamente custodiados. Aquella noche Clara no se acostó. Sin que nadie adivinara la causa, quiso engalanarse con el traje más vistoso de su ajuar. Clara se cubrió de encajes, brazaletes y las joyas más lucientes. Parecía una novia de estirpe real en el día de su boda. A media noche sale de casa, de puntillas, casi sin tocar el suelo y se dirige a la salida. La perta secreta está obstruida. Cualquiera se hubiera desalentado al instante. El corazón y el pensamiento de Clara escondían un nombre: Cristo. ¡Él era su fuerza y energía indomable! Sabe que ahora o nunca se le abrirá la puerta hacia la suprema libertad. Camina sin miedo, con la alegre audacia de los enamorados. El cielo de Clara está lleno de estrellas que le gritan las palabras del salmo: “Adelante, no temas. El Señor es tu Pastor. Nada te faltará"


1ª Lectora: "Hubieras podido gozar más que nadie de las pompas mundanas. Con enamorado corazón lo has rechazado todo y has abrazado al más noble esposo: Jesucristo. Él te guardará y te cuidará.

2ª Lectora: Como una sombra veloz, Clara se desliza por las calles silenciosas. Sabe muy bien donde va. Allá abajo, en el valle, en la pequeña Iglesia de Santa María de los Ángeles, los hermanos habían rezado durante toda la noche.

Francisco les repetía: 'Pronto llegará. Clara llegará. Clara lleva suficiente fuego en el corazón como para quemar todos los obstáculos. Cuando una mujer se enamora de Jesucristo no hay fuerzas que le cierren el paso, ni fronteras que le detengan".

Clara divisó unas luces. Eran Francisco y los hermanos que habían tomado unos leños secos del bosque a modo de antorchas. En medio de dos filas las luces tenues sobre el fondo oscuro de media noche, la clara figura avanzó entre cánticos de alegría.

Nunca en la historia se vio semejante cortejo nupcial. Francisco se adelantó: "Hermana Clara, es una noche de Bodas. Todo está preparado. El Esposo es Cristo, el celebrante Santa María; y los Hermanos los testigos.

Clara avanza hasta el altar de la ermita, se arrodilla delante de la Virgen y se hace oración: "El único Esposo y Amor de mi vida es y será siempre Jesucristo. Deseo ser Esposa del Rey Inmortal"

 

RITO DEL NOVICIADO EN LA ORDEN DE SANTA CLARA

La Abadesa sentada en el centro y la postulante de rodillas ante ella.

Abadesa: Querida hija, ¿qué pides?

Postulante: Pido que me permitáis experimentar vuestra vida religiosa, y me enseñéis a contemplar con sencillez a Cristo pobre y crucificado; a seguirlo de modo especial por la práctica de la caridad, la pobreza y la humildad; a imitarlo y mostrarlo entregado a la contemplación en el monte en soledad, silencio y clausura; y a permanecer de continuo en la presencia del Señor, pidiéndole por las necesidades de la Iglesia y de todos los hombres. Pido que me enseñéis y me ayudéis a conocer cada vez mejor la Regla de santa Clara, para que se me conceda vivir más perfectamente según el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo; que me trasmitáis el espíritu franciscano y exijáis formar con esta Fraternidad un solo corazón y una sola alma.

Abadesa: Dios, Padre de las Misericordias, te ayude con su Amor, Jesucristo te ilumine con su Palabra, y el Espíritu te colme con sus gracias.

Todos: Amén.

Abadesa: De ti, Señor, nace toda vocación religiosa, escucha las súplicas de tu hija Rosario del Divino Niño que desea ser agregada a nuestra familia, para servirte con más fidelidad según el espíritu de nuestra Madre santa Clara; que nuestra vida de Comunidad sea para ella expresión del amor fraterno y sepamos ayudarla en sus santos propósitos.

Todos: Amén 

LECTURA HAGIOGRÁFICA

(Leída por la postulante)

De la segunda carta de santa Clara a santa Inés de Praga.

Sólo una cosa es necesaria, y esto único es lo que protesto y aconsejo, por el Amor de Aquél a quien te ofrendaste como hostia santa y agradable; que, recordando como otra Raquel tu propósito, y mirando siempre tu punto de partida, retengas lo que tienes, hagas lo que haces, y jamás cejes. Con andar apresurado, con paso ligero, sin que tropiecen tus pies ni aun se te pegue el polvo del camino, recorre la senda de la felicidad, segura, gozosa y expedita...abraza como virgen pobre a Cristo pobre. Míralo hecho despreciable por ti, y síguelo, hecha tú despreciable por Él en este mundo...observa, considera, contempla, con el anhelo de imitarle, a tu Esposo, el más bello entre los hijos de los hombres, hecho por tu salvación el más vil de los varones: despreciado, golpeado y azotado de mil formas en todo su cuerpo, muriendo entre las atroces angustias de la cruz.

Porque si sufres con Él, reinarás con Él; si con Él lloras, con Él gozarás; si mueres con Él en la cruz de la tribulación, poseerás las moradas eternas en el esplendor de los santos, y tu nombre, inscrito en el libro de la vida, será glorioso entre los hombres. Y así obtendrás para siempre, por los siglos de los siglos, la gloria del reino celestial en lugar de los honores terrenos y transitorios, participarás de los bienes eternos a cambio de los perecederos, y vivirás por los siglos de los siglos.

En alabanza de Cristo y sus siervos Francisco y Clara.

Todos: Amén.

HOMILÍA

En la homilía don Pedro ha comparado la vida escondida claustral a la vida de intimidad de un esposo con su esposa. La vida de intimidad con Dios exige el ocultamiento, ese es el significado de la clausura. Por eso el rito del noviciado se ha realizado dentro de la clausura, para significar esa intimidad que la contemplativa debe tener con su esposo. En la vida real pasa igual. Los esposos en su intimidad viven solos, alejados de las miradas de los demás.

Ella está vestida de novia porque se ha ofrecido a Dios, y Dios la toma como esposa, como un signo visible, Dios la cubre con el hábito, signo de unidad con las hermanas y humildad. El hábito nos configura con Jesús pobre y humilde.

El tomar el hábito es también un signo de dedicación y consagración a Dios. Nos ocultamos para que sea Dios el que resplandezca en nuestra vida.

De este amor suje una gran fecundidad para la Iglesia, pues la oración nunca se pierde.

BENDICIÓN DEL HÁBITO

Oh Dios, que por Jesucristo, nuestro Señor, llamas a los hombres a la verdadera conversión; derrama tu bendición sobre éste hábito de penitencia que tu hija NN desea llevar en la vida religiosa, y concédele propicio que, despojándose del hombre viejo a imitación de Clara y Francisco, se prepare para la consagración religiosa a la que se siente llamada. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén

VESTICIÓN

El sacerdote pronuncia a siguiente oración:

ORACIÓN

Padre bueno y clemente, escucha la humilde oración que te dirigimos por esta Hermana nuestra Hija tuya, Rosario del Divino Niño,  a la que vamos a imponer en tu nombre el hábito de Clarisa. Infunde tu espíritu en su corazón, para que a imitación de Cristo y  su Santísima Madre, sea fiel siempre a tu amor y guarde en pureza y simplicidad el espíritu de la santa oración y la fraterna caridad.  Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Abadesa: El Señor te ayude a despojarte de ti misma para revestirte de Cristo

Novicia: El Señor es mi herencia. En tus manos, Señor, encomiendo mi vida.

 

1ª Lectora: "Abrázate virgen pobre, a Cristo pobre"

2ª Lectora: Aún no había acabado todo. Francisco le habla de algo muy importante. De su Esposo, Jesucristo, que es un Rey pobre y crucificado. Una verdadera donación a Cristo no puede realizarse más que en una renuncia a todo por Amor. Clara suspira por este abandono. No quiere poseer nada. Si Él vivió pobre por amor y murió en una cruz ¿qué va a desear Clara? ...Correr su misma suerte. Delante de Cristo pobre y crucificado se da toda entera, sin reservas. Sin titubeos, con una extraordinaria serenidad se despojó de sus joyas.

La postulante se despoja de sus ornatos

1ª Lectora: "Experimentarás la dulzura secreta que el Señor reserva a los que le aman"


La madre corta el cabello de la novicia, como signo de consagración a Dios

2ª Lectora: Ante la firmeza de Clara, Francisco sin mediar palabra, va a realizar el signo de su consagración. El Hermano tomó unas toscas tijeras, se aproximó a la desposada; tomó unos mechones de cabello y les dio un corte. Lo hacía con delicadeza" casi con reverencia. Cada manojo cortado lo depositaba sobre el altar. Clara repetía: Padre, me pongo en tus manos. Acepta la ofrenda de mi vida.

Con este signo Francisco y sus Hermanos acogieron a Clara en nombre de la Iglesia.

1ª Lectora: "Avanza confiada y gozosa por la senda de la bienaventuranza. Ama del todo a Aquel que del todo se entregó por tu amor".

La madre impone el hábito de la Orden de Santa Clara de Asís

2ª Lectora: Francisco no tenía otro atuendo más que un hábito raído y con júbilo radiante colocó en el cuerpo de la desposada un sayo de paño marrón del color pobre de la tierra, en forma de cruz; un cordón para ceñirle a su Amado: 'Sólo a Cristo pertenece'. Sus pies desnudos de ahora en adelante sólo se vestirán con sandalias para que nada le detenga. Por último, el Hermano coloca un velo sobre su cabeza: Cristo esté en tus pensamientos, en tus palabras...Cristo vive en ti, Hermana Clara.


Imagen de santa Clara de nuestra iglesia

Abadesa: Recibe, hermana, el hábito de penitencia de Santa Clara, hecho a imagen de la Cruz. El Señor te revista de la nueva criatura, renacida según Dios llamada a la santidad y al amor.  Todos: Amén.

1ª Lectora: Mira a Cristo, contémplale. Arde en deseos de imitarle. Si sufres con Él, si con Él lloras, con Él gozas

2ª Lectora: Para Clara y sus Hermanas vida contemplativa y dar la vida por todos los hombres es una misma cosa. Desde el silencio del Claustro abrazan al mundo entero. Se retiran del mundo para servirlo mejor. Se convierten en misioneras de la oración. Una contemplación orante será la esencia de su vida.

La madre entrega del libro de la Liturgia de las Horas

 La Abadesa: Recibe sor Rosario el libro de la Liturgia de las Horas, con el cual aprenderás a santificar la jornada, alabando a Dios y orando por las necesidades de los hombres. Rézalo unida siempre a la Iglesia.

1ª Lectora: El Señor me inspiró que debía vivir según la forma del Santo Evangelio

2ª Lectora: Clara muchos años después de su Desposorio consiguió que el Señor Papa le aprobase la Forma de Vida llevada en San Damián. Legó a sus Hijas el más alto testimonio de su espiritualidad y la Iglesia bendijo su fidelidad al Evangelio y al pobrecillo Francisco. 

La Abadesa: Recibe, querida hermana, el libro de la Regla y de las Constituciones de nuestra Orden, para que, leyéndolo y meditándolo, puedas comprender y penetrar nuestro modo de vivir el Evangelio, según la divina inspiración recibida por Santa Clara y aprobada por la Iglesia.

la divina inspiración recibida por Santa Clara y aprobada por la Iglesia.

1ª Lectora: "Gracias, Señor, porque me creaste y porque me has dado Hermanas"

 2ª Lectora: Clara descubre en las Hermanas el rostro de Cristo y experimenta el gozo indecible y pleno de encontrar compañeras de vida en el caminar hacia el Padre. Cristo nos ha llamado a vivir unidas en un mismo ideal.

BENDICIÓN DE SANTA CLARA

La madre bendice a la novicia con la misma bendición que santa Clara dejó para sus hijas presentes y futuras.

Abadesa: Sor Rosario, ya has iniciado el Noviciado en nuestra Comunidad. Te encomiendo, en nombre de todas las Hermanas a sor Juana, ella se encargará de ayudarte a hacer realidad lo que al principio de esta ceremonia nos has pedido. Ella te iniciará en la vida religiosa y será para ti apoyo y ayuda. Todas las Hermanas nos sentimos llenas de gozo al recibirte, con nuestro abrazo te aceptamos y manifestamos nuestro deseo de ayudarte en la vivencia de tu vocación.

Con un abrazo se acoge a la novicia, mientras se entona un canto

Finalizado el rito, los fieles leen LAS PRECES:

Por la Santa Iglesia de Dios, para que enriquecida con las virtudes de sus hijos, resplandezca como esposa engalanada ante Cristo. 

Por la paz del mundo, por la unidad de nuestra nación, por nuestros gobernantes y la familia real.

Por los religiosos, para que según las exigencias de su propia vocación perseveren fieles en el seguimiento de Cristo.

Por todos los jóvenes, para que estén atentos a la palabra de Dios y dóciles a las inspiraciones del Espíritu, respondiendo generosamente a la llamada divina.

Por sor Rosario del Divino Niño, que inicia hoy su vida religiosa, para que imitando a santa Clara pobre y humilde, crezca en el amor a Cristo y a los hermanos.

Por nuestra Hermana Rosario, para que se mantenga constante en el camino emprendido, perseverante en la oración y contemplación y alegre en la penitencia.

Por todos los que se encomiendan a la oración de la comunidad y piden la intercesión de la Virgen de la Teja.

Por todos los aquí reunidos: para que siendo imitadores de Francisco y Clara de Asís, trabajemos por la fraternidad humana.

Después de las preces se inicia la procesión de ofrendas.

Unas niñas presentaron el pan y el vino y un ramo de flores.

Y continuó la Eucaristía.

Siendo primer sábado de mes y fiesta de la Virgen del Rosario, se acabó con un bonito canto a la Virgen donde se hace mención a los misterios del Rosario

Nuestra Señora de la Teja, prodigio mariano que custodiamos las clarisas de Villarrobledo

Finalizada la misa, los asistentes pasaron al locutorio a tomar una merienda preparada por las monjas, mientras felicitaban a la novicia.

¡¡TODO SEA PARA LA ALABANZA Y GLORIA DE DIOS!!

 Sor Rosario entregó a los asistentes un recordatorio de este día

1 comentario:

  1. Enhorabuena Sor Rosario por formar parte de la gran comunidad de hermanas Clarisas. Todo salió
    perfecto. Paz y Bien.

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