GRACIAS, SEÑOR POR NUESTRA HERMANA
Sor Mª de Fátima Cabezuelo Ginés. Clarisa de Villarrobledo.
Ayer día 4 de junio de 2015,
tuvo lugar la misa de exequias de nuestra hermana sor Mª de Fátima Cabezuelo
Ginés. Fue presidida por el delegado de la vida consagrada de la diócesis de Albacete,
D. Manuel de Diego. Concelebraron 11 sacerdotes:
- D. José-María Melero Martínez, Director del Instituto Teológico de Albacete y Vicario Parroquial del Buen Pastor de Albacete.
- D. Francisco-Javier Valero Picazo, Párroco de S. Blas de Villarrobledo.
- D. Juan-Julián Castillo y Zafra, Vicario Parroquial de San Blas.
- D. Santiago Bermejo Martín, Vicario Episcopal de la Zona de la Mancha y
Párroco de San Sebastián de Villarrobledo.
- D. Dieudonné Bouna, Vicario Parroquial de S. Sebastián de
Villarrobledo.
- D. Juan-Miguel Romero López, Párroco de Sta. María de Villarrobledo.
- D. José de Jesús Simanca Martínez, Vicario Parroquial de Sta. María de
Villarrobledo.
- D. José-Dalmacio Barrau Atienzar, Capellán de la Residencia de Mayores
"Ntra. Sra. de la Caridad" de Villarrobledo.
- Los padres franciscanos: Ángel Nicolás, de Albacete, Juan
Fernando Cuenca y Antonio Mora de Orihuela.
También nos
acompañaron la madre presidenta de nuestra federación, sor Luisa María, de la
comunidad de Hellín, y su vicaria, sor Josefina, de Algezares, Murcia. De la
comunidad de clarisas de Santa la Faz, vinieron sor Rosa de Jesús, sor Gladys y
Noelia, una joven aspirante.
Más que un
entierro triste, parecía una fiesta. Y en realidad así era. Sor Mª de Fátima,
de cuerpo presente, parecía que nos decía: “¡Alegraos conmigo! He llegado a la
meta, me he entregado hasta el final, HE SIDO FIEL, es el momento del encuentro
con Jesucristo, mi amado Esposo.” Así lo percibía toda una iglesia abarrotada
de fieles, los sacerdotes, las clarisas venidas de otros conventos y sus
propias hermanas de comunidad.
En el plano
humano, la separación ha sido muy dura para todas sus hermanas de comunidad que
hemos convivido con ella a lo largo de tanto tiempo.
Sor Mª de Fátima en el Aeropuerto de Barajas con dos sobrinas. Fue a recibir a una hermana de comunidad que venía de Guatemala.
Sor Mª de
Fátima, natural de La Torre de Juan Abad (C. Real) a sus 88 años, era la más anciana de todas, sin embargo ha gozado hasta
los últimos días de su vida de una salud excelente, cuidando de las hermanas
necesitadas (siempre ha sido la caridad caminando). También se encargaba de
atender el torno, la hospedería y la sacristía. Servicial en todo momento,
parecía una ardilla correteando por los claustros del convento. Nunca se la
veía ociosa. Ni siquiera descansaba la hora de la siesta: hacía escapularios,
bordaba, zurcía con una profesionalidad inigualable, pintaba cuadros al óleo,
marcaba pañuelos, con retales confeccionaba delantales y manguitos para todas
sus hermanas de comunidad. Su gran devoción a la Virgen la manifestaba en el
rezo diario de las tres partes del Rosario y de la Corona franciscana.
A primeros
de enero del año en curso, hubo que ingresarla y pensábamos que se moría, debido
a una insuficiencia renal aguda. Pero según los médicos, inexplicablemente se
recuperó. En abril tuvo una recaída, hubo complicaciones con el pulmón y estuvo
ingresada hasta un día antes de su
muerte. El mes que pasó en el hospital se le hizo muy largo, al tener suero en
ambos brazos no podía levantarse de la cama. Cuando hablábamos con ella decía: “Quiero
irme ya con vosotras y pasear por la sala de labor cogida de la mano”.
Agradecemos
a tantas personas buenas de Villarrobledo, que han pasado largas horas
acompañándola en el hospital. Era una hermana que se hacía querer y ha dejado
un gran vacío.
Querida
hermana te has marchado de nuestro lado, pero tu recuerdo pervive entre tus
hermanas. Por el cariño y la fe que compartimos, te sentimos
presente entre nosotras.
Ya Nuestro Dios Todopoderoso la tenga en su Gloria. Unidos en oración..
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