jueves, 19 de diciembre de 2024

DulcesClarisas.es

 YA TIENE SU PROPIO DESPACHO DE DULCES.

Nuestra tienda online ya cuenta con tienda física que ayer tarde fue bendecida por el párroco de San Blas, D. Daniel Galindo.

El 18 de diciembre de 2024, fiesta de Nuestra Señora de la Esperanza ya pasará a la historia de esta comunidad, como el día de la bendición e inauguración de nuestra tienda.

A las seis de la tarde, con un grupo de amigos y benefactores de la comunidad, se inició el rito de bendición, que copiamos aquí para los que no pudieron asistir, pero estaban unidos en espíritu.

 

RITO DE LA BENCIÓN DE LA TIENDA

(18 diciembre 2024)

Tomado del Bendicional, pg 301-308

CANTO: Te alabo, Señor.

Celebrante: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. R/ Amén.

Celebrante: Dios, que dio al hombre el mando sobre las obras de sus manos esté con todos vosotros. R/ Y con tu espíritu.

Celebrante: Jesucristo puso de manifiesto la gran dignidad del trabajo, cuando Él mismo, la Palabra del Padre hecha carne, quiso ser llamado hijo del carpintero y trabajar humildemente con sus propias manos. Así alejó la antigua maldición del pecado y convirtió el trabajo humano en fuente de bendición.

En efecto, el hombre, realizando fielmente su trabajo, y todo lo que se refiere al progreso temporal y ofreciéndolo humildemente a Dios, se purifica a sí mismo, desarrolla con su inteligencia y habilidad la obra de la creación, ejercita la caridad, se hace capaz de ayudar a los que son más pobres que él y, asociándose a Cristo Redentor, se perfecciona en el amor a Él.

Bendigamos, pues, a Dios y pidámosle que derrame su bendición sobre todos los que desempeñen sus tareas en este lugar.

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

PRIMERA LECTURA Génesis 1, 27-31  LEE LA MADRE

Creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: “Creced y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y los vivientes que se mueven sobre la tierra”. Y dijo Dios: “Os entrego todas las hierbas que engendra semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento”. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y era bueno.

Salmo 89 (Cantado): Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra.

EVANGELIO: Macos 6, 1-3  Se canta el aleluya

En aquel tiempo se marchó Jesús de allí y se fue a su pueblo, en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esta que le han enseñado? ¿Y estos milagros de sus manos?  ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Santiago y de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven con nosotros aquí? Y se escandalizaban de él.

HOMILÍA

El padre Daniel habló del significado del trabajo del hombre como colaboración a la obra del Creador.

También de los dones que da a los hombres para hacerlos fructificar. “A las clarisas de Villarrobledo les ha dado un don especial para la repostería que quieren poner al servicio de los demás. Repartiendo amor y oración por medio de su trabajo”, dijo que al comprar dulces, ayudan a las religiosas en el mantenimiento del monasterio.

PRECES

Celebrante: Dios, nuestro Señor, que creó el mundo y lo llenó de maravillas, como signo de su poder, santificó también en sus orígenes el trabajo del hombre para que éste, sometiéndose humildemente a la voluntad del Creador, se dedicara con perseverancia a perfeccionar de día en día la obra de la creación. Roguémosle, pues, diciendo:

R/ Guía, Señor, las obras de nuestras manos.  (LEE UNA CADA MONJA)

-  Bendito seas, Señor, que nos has dado la ley del trabajo, para que con nuestra inteligencia y nuestros brazos, nos dediquemos con empeño a perfeccionar las cosas creadas. R/

-  Bendito seas, Señor, que quisiste que tu hijo, hecho hombre por nosotros, trabajara como un humilde artesano. R/

-  Bendito seas, Señor, que has hecho que en Cristo nos fuera llevadero el yugo y ligera la carga de nuestro trabajo. R/

-  Bendito seas, Señor, que en tu providencia nos exiges que procuremos hacer nuestro trabajo con la máxima perfección. R/

-  Bendito seas, Señor, que te dignas aceptar nuestro trabajo como una ofrenda y como una penitencia saludable, motivo de alegría para los hermanos y ocasión de prestar ayuda a los pobres. R/

-  Bendito seas, Señor, por todas las personas que han colaborado y trabajado en la construcción de este local. Gracias a ellos podemos hoy bendecirlo.

-  Bendito seas, Señor, por bendecir esta comunidad con la presencia maternal de tu madre en el barro de una teja.

-  Bendito seas, Señor, que elevas a la dignidad de la Eucaristía el pan y el vino, fruto de nuestro trabajo.

ORACIÓN DE BENDICIÓN

El celebrante, con las manos extendidas

Dios, padre providentísimo, que pusiste en manos del hombre la tierra y sus productos para que contribuyera con su trabajo a que los bienes creados alcancen a todos, bendice a los que usen este local y haz que, observando en sus compras y ventas, la justicia y la caridad, puedan alegrarse de contribuir al bien común y al progreso de la comunidad humana. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén.

El celebrante rocía el local y a los presentes, con agua bendita, mientras se canta.

 

CANTO: Pidamos al Señor y nos dará

 

CONCLUSIÓN DEL RITO

Celebrante con las manos extendidas sobre los presentes.

Dios, Padre de bondad, que nos ha mandado ayudarnos en todo como verdaderos hermanos, dirija su mirada bondadosa sobre vosotros y sobre todos los que entren aquí. R/ Amén.

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. R/ Amén.

 

CANTO FINAL: La Virgen sueña caminos.

Después del canto final, la madre dio las gracias Dios por habernos ayudado en esta obra, también al sacerdote celebrante, a todos los asistentes, a todas las personas que nos han asesorado en esta obra y a los operarios que han trabajado en ella.

Al final, se invitó a los asistentes a un chocolate con magdalenas y un vino dulce hecho por las monjas, acompañado de un surtido de pastas del obrador.

Es para nosotras un motivo de alegría y acción de gracias a Dios poder ofrecer al pueblo de Villarrobledo nuestros productos artesanos en este despacho que se acaba de inaugurar.

LAUS DEO