YA TIENE SU PROPIO DESPACHO DE DULCES.
Nuestra tienda online ya cuenta con tienda física que ayer tarde fue bendecida por el párroco de San Blas, D. Daniel Galindo.
El 18 de diciembre de 2024, fiesta de Nuestra Señora de la Esperanza ya pasará a la historia de esta comunidad, como el día de la bendición e inauguración de nuestra tienda.
A las seis de la tarde, con un grupo de amigos y benefactores
de la comunidad, se inició el rito de bendición, que copiamos aquí para los que
no pudieron asistir, pero estaban unidos en espíritu.
RITO
DE LA BENCIÓN DE LA TIENDA
(18 diciembre 2024)
Tomado del Bendicional,
pg 301-308
CANTO: Te alabo, Señor.
Celebrante: En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. R/ Amén.
Celebrante: Dios, que dio al hombre el mando
sobre las obras de sus manos esté con todos vosotros. R/
Y con tu espíritu.
Celebrante: Jesucristo puso de manifiesto la gran
dignidad del trabajo, cuando Él mismo, la Palabra del Padre hecha carne, quiso
ser llamado hijo del carpintero y trabajar humildemente con sus propias manos.
Así alejó la antigua maldición del pecado y convirtió el trabajo humano en
fuente de bendición.
En efecto, el hombre, realizando fielmente su trabajo, y todo
lo que se refiere al progreso temporal y ofreciéndolo humildemente a Dios, se
purifica a sí mismo, desarrolla con su inteligencia y habilidad la obra de la
creación, ejercita la caridad, se hace capaz de ayudar a los que son más pobres
que él y, asociándose a Cristo Redentor, se perfecciona en el amor a Él.
Bendigamos, pues, a Dios y pidámosle que derrame su bendición
sobre todos los que desempeñen sus tareas en este lugar.
LECTURA
DE LA PALABRA DE DIOS
PRIMERA LECTURA Génesis 1, 27-31 LEE LA MADRE
Creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó;
hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: “Creced y multiplicaos,
y llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y
los vivientes que se mueven sobre la tierra”. Y dijo Dios: “Os entrego todas
las hierbas que engendra semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles
frutales que engendran semilla os servirán de alimento. Y a todas las fieras de
la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a
todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento”. Y fue así. Y
vio Dios todo lo que había hecho, y era bueno.
Salmo 89 (Cantado): Señor, Dios nuestro, qué admirable es
tu nombre en toda la tierra.
EVANGELIO: Macos 6, 1-3 Se canta el aleluya
En aquel tiempo se marchó Jesús de allí y se fue a su pueblo,
en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar
en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ¿De dónde saca
todo eso? ¿Qué sabiduría es esta que le han enseñado? ¿Y estos milagros de sus
manos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano
de Santiago y de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven con
nosotros aquí? Y se escandalizaban de él.
HOMILÍA
El padre Daniel habló del significado del trabajo del hombre como
colaboración a la obra del Creador.
También de los dones que da a los hombres para hacerlos fructificar.
“A las clarisas de Villarrobledo les ha dado un don especial para la repostería
que quieren poner al servicio de los demás. Repartiendo amor y oración por
medio de su trabajo”, dijo que al comprar dulces, ayudan a las religiosas en el
mantenimiento del monasterio.
PRECES
Celebrante: Dios, nuestro Señor, que creó el
mundo y lo llenó de maravillas, como signo de su poder, santificó también en
sus orígenes el trabajo del hombre para que éste, sometiéndose humildemente a
la voluntad del Creador, se dedicara con perseverancia a perfeccionar de día en
día la obra de la creación. Roguémosle, pues, diciendo:
R/ Guía, Señor, las obras de nuestras manos. (LEE UNA CADA MONJA)
- Bendito seas, Señor, que nos has dado
la ley del trabajo, para que con nuestra inteligencia y nuestros brazos, nos
dediquemos con empeño a perfeccionar las cosas creadas.
R/
- Bendito seas, Señor, que quisiste que
tu hijo, hecho hombre por nosotros, trabajara como un humilde artesano. R/
- Bendito seas, Señor, que has hecho
que en Cristo nos fuera llevadero el yugo y ligera la carga de nuestro trabajo. R/
- Bendito seas, Señor, que en tu
providencia nos exiges que procuremos hacer nuestro trabajo con la máxima
perfección. R/
- Bendito seas, Señor, que te dignas
aceptar nuestro trabajo como una ofrenda y como una penitencia saludable,
motivo de alegría para los hermanos y ocasión de prestar ayuda a los pobres. R/
- Bendito seas, Señor, por todas las
personas que han colaborado y trabajado en la construcción de este local.
Gracias a ellos podemos hoy bendecirlo.
- Bendito seas, Señor, por bendecir
esta comunidad con la presencia maternal de tu madre en el barro de una teja.
- Bendito seas, Señor, que elevas a la dignidad de la Eucaristía el pan y el vino, fruto de nuestro trabajo.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
El celebrante, con las manos extendidas
Dios,
padre providentísimo, que pusiste en manos del hombre la tierra y sus productos
para que contribuyera con su trabajo a que los bienes creados alcancen a todos,
bendice a los que usen este local y haz que, observando en sus compras y
ventas, la justicia y la caridad, puedan alegrarse de contribuir al bien común
y al progreso de la comunidad humana. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/ Amén.
El
celebrante rocía el local y a los presentes, con agua bendita, mientras se
canta.
CANTO:
Pidamos al Señor
y nos dará
CONCLUSIÓN DEL RITO
Celebrante con las manos extendidas sobre los presentes.
Dios,
Padre de bondad, que nos ha mandado ayudarnos en todo como verdaderos hermanos,
dirija su mirada bondadosa sobre vosotros y sobre todos los que entren aquí. R/ Amén.
Y a
todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso. Padre,
Hijo y Espíritu Santo. R/ Amén.
CANTO
FINAL: La Virgen
sueña caminos.
Después del canto final, la madre dio las
gracias Dios por habernos ayudado en esta obra, también al sacerdote celebrante,
a todos los asistentes, a todas las personas que nos han asesorado en esta obra
y a los operarios que han trabajado en ella.
Al final, se invitó a los asistentes a un chocolate con magdalenas y un vino dulce hecho por las monjas, acompañado de un surtido de pastas del obrador.
Es para nosotras un motivo de alegría y acción de gracias a Dios poder ofrecer al pueblo de Villarrobledo nuestros productos artesanos en este despacho que se acaba de inaugurar.
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