ANTÍFONA:
Dios te salve, oh Clara, esposa de Cristo, virgen consagrada, insigne entre las doncellas que siguen al Cordero Inmaculado: Ruega por nosotros y guíanos al Reino de los cielos.
DÍA QUINTO
LA PERSONALIDAD DE SANTA CLARA.
Tomado el libro “Para descubrir a Clara”. Monasterio de
Nantes. Pg. 27-29
CANTO: Clara, Modelo de Santidad evangélica. Rosa Mª Riera.
LA PERSONALIDAD DE CLARA es extremadamente rica y equilibrada. Clara es MUY
ENTUSIASTA Y DE UNA GRAN SABIDURÍA que se demuestra en su conducta e
imprime a sus directrices rigor y flexibilidad. Clara ha puesto todas las
riquezas de su personalidad al servicio de Dios y de sus hermanas, y ahí ha
encontrado el pleno desarrollo de sus cualidades.
CLARA ES ALEGRE, GOZOSA
Y DINÁMICA.
En sus escritos utiliza mucho los términos: marcha, prisa, progreso.
Ella compromete a sus hermanas a crecer en la vida espiritual con fervor, deseo, impulso y sed por el seguimiento de Cristo.
La alegría y el gozo
están presentes en las cuatro cartas que escribe a santa Inés de Praga:
-Me alegro muchísimo en el Señor y salto de gozo.
Y no solo me regocijo yo personalmente, sino también todos aquellos que sirven
y desean servir a Jesucristo (1ª Carta)
-Alegraos vos, y saltad de júbilo, colmada de alegría
espiritual y de inmenso gozo. (1ª Carta)
-Con andar apresurado, con paso ligero, recorre la senda de
la felicidad segura, gozosa y expedita. (2ª Carta)
-¡Me siento llena de tanto gozo! ¡Respiro con tanta
alegría en el Señor! al saber de tu buena salud y tu estado feliz.
Realmente puedo alegrarme y nadie podrá arrebatarme este gozo.
Tengo ya lo que anhelé tener bajo el cielo. ¿Quién no se alegraría de gozos
tan envidiables? Pues alégrate también tú siempre en el Señor, y no te
dejes envolver por ninguna tiniebla ni amargura. (3ª Carta)
-Ahora, al escribirte, me alegro contigo y quedo
transportada contigo en el gozo del Espíritu, porque te has desposado
maravillosamente con el Cordero Inmaculado. (4ª Carta)
ES
APASIONADA, ENTERA, RADICAL.
Dispuesta al don de todo su ser, como aparece en su deseo de martirio.
Escribe así a santa Inés de Praga:
-Él, a quien servís con todo el ARDOR de vuestra alma,
se digne otorgaros los premios merecidos. (1ª Carta)
-Con una caridad ardorosísima has seguido las
huellas de Aquél que merecidamente te ha tomado por esposa. (2ª Carta)
Y en la CUARTA CARTA, el fuego del amor que arde en el
corazón de Clara alcanza su clímax:
-No creas que el fuego del amor que te tengo arde
menos afectuosamente en las entrañas de tu madre.
-Respondamos a una sola voz, con un solo espíritu a nuestro
Señor: ”¡No te olvidaré jamás y mi alma agonizará dentro de mí!” Y así te
inflamarás más y más en el fuego de la caridad, ¡oh esposa del Rey
celestial!
-Suspirando de amor y forzada por la violencia del
anhelo de tu corazón exclama en alta voz: “Atráeme, CORREREMOS, a tu
zaga oh Esposo Celestial. CORRERÉ y no desfalleceré hasta que
me introduzcas en la bodega”.
ES SERENA E IMPERTURBABLE.
Su serenidad es fruto de su fe, de su confianza en la
Eucaristía y su valor. En el proceso de canonización declararon las hermanas
que nunca la vieron alterada.
Clara es MUY ANIMOSA, VALEROSA Y ENÉRGICA. Manifiesta
una gran entereza de alma en la enfermedad. Así declara una hermana en el
Proceso de Canonización II, 20:
Durante la guerra de Asís unos sarracenos entraron en el
convento y la santa madre, estando muy enferma, se levantó de la cama, hizo
llamar a las monjas, infundiéndoles ánimo para que no tuviesen miedo. Rezó a
Jesús Eucaristía y los sarracenos se marcharon.
LETANÍAS DE SANTA CLARA
Señor, ten
piedad.
Cristo, ten
piedad.
Señor, ten
piedad.
Santa María. Ruega por nosotros.
Santa Madre
de Dios.
Santa Virgen
de las vírgenes.
Santos y santas de Dios. Rogad por nosotros.
Nuestra
madre santa Clara. Ruega por nosotros.
Virgen
ardiente y de solícita caridad. Ruega por nosotros
Virgen
compasiva con los afligidos. Ruega por nosotros
Virgen
admirable en el servicio fraterno. Ruega por nosotros
Virgen
austerísima en la vida monástica. Ruega por nosotros
Guía de los
que buscan a Dios. Ruega por nosotros
Maestra de
los limpios de corazón. Ruega por nosotros
Abadesa de
penitentes. Ruega por nosotros
Defensora de
los perseguidos. Ruega por nosotros
Amiga de los
pobres. Ruega por nosotros
Nueva fuente
de agua viva. Ruega por nosotros
Lazo de paz
y de armonía. Ruega por nosotros
PEDIMOS LA GRACIA A
SANTA CLARA.
(Padre nuestro, Ave María y Gloria)
ORACIÓN
Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica, concédenos por su intercesión, que siguiendo a Cristo pobre y humilde, merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. AMÉN.
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