sábado, 9 de febrero de 2019

VISITA FRATERNA DE LA ZONA CARTAGINENSE DE LA OFS

UN DÍA DE GRACIA PARA LA FRATERNIDAD FRANCISCANA SEGLAR DE VILLARROBLEDO
Los miembros del Consejo de la Zona Cartaginense junto a la imagen de la Virgen de la Teja. El P. Víctor Díez OFM, a la derecha y detrás de él el ministro de Zona

Todo el día de hoy sábado 9 de febrero ha estado dedicado a un encuentro entre los miembros de la fraternidad de Villarrobledo con  Andrés Gandolfo Santoja, ministro de la Zona Cartaginense, natural de Alicante que ha venido acompañado por su esposa Raquel Sirvént Jiménez, responsable de la promoción vocacional. También ha venido desde Murcia Ana Beatriz Martín Rodríguez, Viceministra y el Secretario General de Zona, Manuel López Gómez, que vino desde Guadix.

Para poner “marco” a la importancia de esta visita, vamos hablar sucintamente de la historia de esta fraternidad, ampliamente desarrollada en el libro:

“Las clarisas de Villarrobledo: historia, vida y arte: 1614-2015”.

El año 1729 tuvo lugar el Capítulo Gerneral de los Frailes Menores, donde se acordó dejar constancia escrita en todas las provincias del mundo de todos los miembros de las tres órdenes franciscanas que hubieran muerto en olor de santidad. Por aquellas fechas la Provincia Franciscana Cartaginense constaba de 49 monasterios de frailes menores y 31 de monjas de la segunda orden. De los 1000 frailes que tenía la provincia se le encargó al padre Pablo Manuel Ortega, natural de Mula, esta labor. Estuvo más de 10 años viajando por los diferentes monasterios de la Provincia, que abarcaba aproximadamente un cuarto de la Península. El resultado de su investigación vio la luz en tres gigantescos volúmenes, editados en fechas diferentes, el primero de ellos en 1740.

Cuando llegó el padre Ortega a Villarrobledo quedó sorprendido de cómo el carisma franciscano había arraigado en la localidad dando frutos de santidad en las tres órdenes. Es el pueblo más citado en sus crónicas y al que dedica el mayor número de páginas. (De nuestro monasterio son 12 las hermanas muertas en olor de santidad, cuyas vidas él describe)

Los frailes menores se establecieron en Villarrobledo en torno al año 1563 y junto a ellos suponemos que se creó una fraternidad seglar. Los primeros datos históricos de la existencia de la misma pertenecen al año 1614. El día 13 de junio de este año María de san Antonio (1592-1664) viste el hábito de penitencia en el convento de san Francisco como terciaria y meses después ingresa en nuestro monasterio. Si el monasterio se fundó en mayo, ella ingresó en agosto, o sea a los tres meses. Fue la primera novicia. Llegó a ser abadesa y su vida la describe ampliamente al padre Ortega, pues murió dejando una imborrable estela de santidad en la comunidad y en el pueblo de Villarrobledo.

Otra seglar franciscana, cuya vida explica ampliamente el padre Ortega es la venerable Quiteria de Jesús (1603-1681).

Es curioso que sea un miembro de la Orden Franciscana Seglar la que más despunte de todas las biografiadas en toda la obra del padre Ortega, a la que dedica casi un tercio del volumen donde aparece su vida; es la venerable María de Jesús (1612-1653). Fue tal el impacto de su santidad en el pueblo y comarca que se dio inicio a su proceso de beatificación. El doctor sacerdote de Villarrobledo D. Blas Franco Fernández escribió su vida en dos volúmenes. El primero de 542 pg y el segundo de 619, impresos por la Imprenta Imperial de Madrid. Consultando en el PABI, vemos que existen ejemplares de estos libros regados por bibliotecas de toda la geografía española. Las primeras notas históricas que existen del pueblo de Villarrobledo son precisamente las que escribe como presentación a su obra el doctor Blas Franco Fernández, hablando del pueblo de la venerable.


El Cronista describe ampliamente las vida de dos frailes de Villarrobledo muertos en olor de santidad el padre Cañizares y el padre Palacios.

Cuando los frailes se marchan de Villarrobledo por la desamortización de Mendizábal, los hermanos seglares se amparan junto a las clarisas y siguen adelante su andadura, aunque no existen datos impresos de ello.

La fraternidad seglar de Villarrobledo tiene un libro manuscrito del año 1813 donde aparecen reflejados hasta el día de hoy todos los hermanos y hermanas que han profesado en la orden. Lo que justifica que sobrevivió durante la época del liberalismo progresista de 1868. Existe un acta de 1909 de una reunión realizada en nuestro monasterio donde se acuerda escribir al Arzobispado de Toledo para pedir el reconocimiento. El documento llega en 1922, autorizando a la Orden Seglar como Asociación Pública de Fieles tras un periodo de inactividad.

Tras la crisis de la postguerra, hubo otro momento de revitalización de la Orden por Gloria Sandoval Vila; gracias a ella la fraternidad creció y sigue creciendo hasta el día de hoy. Pero por estar situado el pueblo de Villarrobledo en un extremo de la Zona, hay dificultad de trasladarse a los encuentros que se organizan por la distancia y casi no participan en los mismos.

En nuestro locutorio durante el encuentro, no están todos los miembros de la fraternidad.

Respecto a la visita fraterna realizada hoy nos comentan los responsables de Zona que en la Regla y Constituciones de la Orden Franciscana Seglar está prescrita la visita de la Junta a cada una de las fraternidades que componen la Zona a la que pertenecen para conocer el estado de cada una.

Les preguntamos qué impresión se han llevado de la fraternidad:
“Son muchos los miembros que hay en Villarrobledo pertenecientes a la OFS y de muy buen corazón, es una fraternidad viva, pero les falta el sentido de “pertenencia” a la Zona, esto no ayuda a tomar conciencia de que forman parte de una Orden y deben estar comunicación, asistir a los encuentros y conocerse. Es una fraternidad un poco aislada, tal vez por la distancia y la lejanía a la hora de asistir a los encuentros fraternos que se organizan.

También hemos visto la necesidad de un estudio más profundo de la Regla y Constituciones, tomar conciencia y ser consecuentes con la llamada de Dios que han recibido.

A las 6:30 de la tarde comienza la misa con el canto a Nuestra Señora de los Ángeles. El P. Víctor Díez (OFM) ha celebrado. Muy ardorosas y emotivas sus palabras nacidas del fervor hacia san Francisco, el santo que a lo largo de la historia de la Iglesia más ha influido en la espiritualidad y el que más números de seguidores ha tenido y sigue teniendo.


Ha comenzado su homilía dando gracias a Dios por estar este día unidas en nuestra iglesia las tres órdenes franciscanas. Una bonita experiencia de comunión primero con la persona de Jesucristo que nos une al Padre y entre nosotros.

El padre nos ha exhortado a tomar conciencia de que la Palabra de Dios es nuestro alimento cotidiano y no la podemos dejar aparcada. Haciendo referencia a la primera lectura, aplicó las palabras del profeta a san Francisco:

“Aquí estoy, envíame”. ¿Podemos decir esto cada uno de los miembros de las tres órdenes franciscanas presentes hoy en esta iglesia?


¿Estamos dispuestos a que Dios nos envíe a dar testimonio de Él en nuestro lugar de trabajo, en el trato con los demás, con nuestro testimonio de vida? ¿Cómo hacemos vida estas palabras?
Respecto al Evangelio nos ha invitado a remar con Jesús mar adentro, sin miedo.
Para terminar ha hecho referencia al himno de los terciarios que se cantaría al final de la misa, hablando de san Francisco dice:

Su sendero es de luz, fieles terciarios, a Francisco seguid”.

Somos hijos de la luz. Cuando el nuevo Obispo de nuestra diócesis visitó la fraternidad franciscana de Albacete le gustó mucho oír el himno de los Terciarios Franciscanos que él oía en su pueblo desde pequeño.

Las preces, improvisadas por el padre, hacían referencia a cada una de las lecturas de la misa, pidiendo al Padre que pudiéramos hacerlas vida.
Ha sido una experiencia de gracia para todos. Al final se han hecho una foto de familia junto a la imagen de Nuestra Señora de la Teja.

Todo en alabanza de Cristo. AMÉN.



1 comentario:

  1. Acabo de ver las crónica del encuentro de la Fraternidad Franciscana Seglar en Villarrobledo.
    Celebro especialmente que en la Eucaristía se haya dado participación viva de las tres Órdenes franciscanas. Deseo que haya sido muy provechoso y que se sigan estrechando los lazos de unión de las fraternidades de la zona para que también la unión visible intensifique el ser una verdadera Fraternidad "para que el mundo crea", como pedía Jesús para todos sus discípulos. Estoy seguro de que la Comunidad clarisa de Villarrobledo colaborará en esa revitalitación permanente de la Fraternidad Seglar. Que Dios les bendiga muy generosamente con la intercesión maternal de María. Desde CLAUNE.

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