sábado, 25 de marzo de 2017

PALOMA GÓMEZ BORRERO EN VILLARROBLEDO

CARTA A PALOMA GÓMEZ BORRERO

         Querida Paloma:
Acaba de llamar a nuestra comunidad Leticia Cassans, comunicándonos que ayer a las 8 de la tarde abandonaste esta tierra para ir al encuentro de tu Padre Celestial. Aquél que tanto has amado durante tu vida, ahora te recibe como hija queridísima.
¡Felicidades, querida hermana en Cristo! Porque ayer era la víspera de la gran solemnidad de la Anunciación. ¡Menuda fiesta hay hoy en el cielo, celebrando la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de la Virgen María!
Es primavera. En primavera renace la vida y en primavera has nacido tú a la Vida que no acaba. En primavera se encarnó el que es la Vida y en primavera resucitó como Redentor de la humanidad, dándonos a nosotros parte en su vida divina.
En estos momentos estás de cuerpo presente en Madrid, pero me dirijo a ti con la esperanza de que estés donde estés podrás leer mi carta.
Ya te conocía desde muy pequeña, porque mi tía abuela Carlota, hablaba mucho de la amistad que tu abuelo, el general Borrero, tenía con mi bisabuelo, alcalde de Socuéllamos, Fortunato Fernández Herreros, pues siempre que venía por Las Pedroñeras solía pasar unos días con su amigo de Socuéllamos.
Mi tía sabía de ti por lo que tu madre le iba contando de tus estudios y tu trabajo en Roma, entonces ella disfrutaba cuando te veía por televisión y me explicaba la amistad que unía a ambas familias.


Paloma Gómez Borrero en el locutorio de nuestro monasterio.
23 de septiembre de 2000

     Lo que nunca podía imaginar era que iba a conocerte un día personalmente. Pero Dios me concedió ese regalo por medio de su Madre, Nuestra Señora de la Teja. Ella te trajo por aquí el 23 de septiembre de 2000. Te habían hablado de la Virgen de la Teja y quisiste venir a conocerla. No se me olvida tu expresión de sombro cuando te sacamos la urna de la Virgen. Decías: “¡Si parece que quiere salirse de la teja y venirse con nosotros! ¡Me la llevo al Encuentro mundial de las familias! Lo decías de broma. Lo que sí le llevaste al papa Juan Pablo II y otros miembros de la curia, fue algunas estampas de la Virgen de la Teja.
Pasamos contigo y tus amigos un rato inolvidable. Parecía que te conocíamos de siempre, tú cercana, sencilla y cariñosa te hacías querer por todas las hermanas. También tú disfrutaste con nosotras, así lo dejabas plasmado cuando firmaste el libro de visitas:

Estando en este lugar tan santo donde se respira ALEGRÍA Y PAZ se imagina uno mejor la maravilla que debe ser el cielo.

Gracias por estos momentos que nos han regalado hoy”


Paloma en el locutorio de nuestro monasterio. Junto a ella, en el extremo derecho el compositor José Luis Tierno, conocido por la composición para "Turrones el Almendro" Vuelve, a casa vuelve, por Navidad.

        Antes de que te marcharas de nuestro locutorio te hablé de mi bisabuelo y de la amistad que tu abuelo tenía con él. Te alegraste de nuestro encuentro, pues tú también le oíste hablar a tu madre de esta antigua amistad familiar.
Ahora que recibo la noticia de tu partida, no puedo evitar sentir en el alma un profundo dolor, como si alguien muy querido nos hubiera dejado. Y creo que este sentimiento no es solo mío, sino que lo compartimos todos los católicos del mundo entero: tu gran familia espiritual, por la que te has desvivido acercando a nuestras casas todas las noticias relacionadas con el Santo Padre.
Hoy toda la Iglesia está de luto, porque nuestra Paloma ha volado al cielo y nos ha dejado. Pero la fe nos da la certeza de que llegaste ya a la meta que espera a todo ser humano y para la que hemos sido creados: contemplar el rostro de Dios.
Nosotros rezamos por ti, reza tú también por nosotros.
Sor Yolanda de los Ángeles, clarisa de Villarrobledo.

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