EL CONTEMPLATIVO ES
COMO UNA FLECHA LANZADA AL CORAZÓN DE LA TRINIDAD
Con motivo de la Jornada Pro
Orantibus 2016, me han invitado a escribir algunas palabras para la Hoja
Dominical, con el fin de dar a conocer la realidad de la vida contemplativa
dentro de la Iglesia. Para ello voy a recurrir al lenguaje de la imagen.
Imaginemos una flecha que avanza velozmente hacia un objetivo: clavarse en el
centro de la diana. El contemplativo es eso, como una flecha lanzada al corazón
de la Trinidad. Cada día que pasa en el
monasterio tiene una motivación profunda: DIOS TRINIDAD. Por eso nuestra vida
tiene sentido, somos plenamente felices, porque nuestro corazón, como una
flecha, está clavado en Dios. Y Él es eternamente joven, bello por ser el autor
de la belleza, nunca se repite, es eterna novedad, por eso sacia los anhelos
más profundos del corazón humano.
Otra imagen es la de la cierva
sedienta descrita por el salmo 41. ¿Por qué nos encerramos en el claustro?
Porque nuestra alma tiene sed de Dios y la soledad, el silencio, el retiro, son
medios que favorecen nuestro encuentro con Él. Pero el contemplativo no se
presenta solo ante Dios, junto a él están todos los hombres: los practicantes y
los alejados, los creyentes y los ateos. El contemplativo pone ante Dios a toda
la humanidad con sus dolores, incertidumbres, problemas, luchas, fracasos…
Para comprender esta realidad hace
falta fe, porque aunque no vemos el fruto de nuestra oración, sabemos que es
efectiva y llega a todos los rincones del mundo.
Un monasterio no es un lugar
aburrido. Si nos pusiéramos las “gafas” del espíritu, veríamos la vida de Dios
que late dentro de sus muros y quedaríamos asombrados.
Nuestro vivir cotidiano transcurre
entre la oración, el trabajo doméstico y las labores, el estudio, la recreación
y el descanso, todo ello en el seno de una comunidad. Vivimos del trabajo de
nuestras manos y de la Providencia (lo que las personas generosamente quieren
compartir con nosotras)
Para este año se ha elegido como
lema de la Jornada: “Contemplad el rostro de la misericordia”. También
practicamos la misericordia en las dos facetas que tiene el ser humano:
corporal y espiritual.
En este día dedicado a los
contemplativos permitidme haceros una doble petición:
Que os acerquéis a algunos de los 7
monasterios que tiene nuestra diócesis de Albacete para conocer de cerca a las
monjas, hablar con ellas y hacerles preguntas o petición de oraciones por
algunas intenciones particulares. De clarisas estamos dos, el monasterio de
Hellín y el nuestro. Las Franciscanas de la TOR se encuentran en Alcaraz, las
carmelitas en Albacete, Villarrobledo y Caudete, y las cistercienses en
Villarrobledo.
Sor Yolanda
de los Ángeles. OSC.
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