En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
ORACIÓN PARA TODOS LOS
DÍAS:
Glorioso
san Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales, fiel custodio de
las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios,
admirable guía después de Jesucristo, de sobrehumana excelencia y virtud,
dígnate librar de todo mal a cuantos confiadamente recurrimos a ti y haz que
mediante tu protección adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.
7ª SALUTACIÓN.
Todopoderoso y eterno
Dios, por la intercesión de san Miguel Arcángel y del coro celestial de las VIRTUDES,
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Un Padre Nuestro y tres
Avemarías.
V / Ruega por nosotros,
glorioso san Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R / Para que seamos
dignos de alcanzar sus promesas.
Arcángel san Miguel,
defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias
del demonio. “Reprímale Dios”, te pedimos suplicantes; y tú, Príncipe de la
milicia celestial, lanza al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo para perder las almas. Glorioso Arcángel, defiende
nuestra nación y su Iglesia, protege al Papa, para que podamos ver pronto el
glorioso triunfo del Inmaculado Corazón
de María. Amén.
OREMOS
Dios Todopoderoso y eterno, que por un prodigio de
tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres,
escogiste por príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel san Miguel, te
suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos
nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre
perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial
para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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