miércoles, 4 de octubre de 2017

HIMNOS A SAN FRANCISCO DE ASÍS


Francisco de Asís es uno de los santos más célebres de toda la hagiografía cristiana, conocido y admirado incluso en ambientes alejados de la Iglesia.
Nació en Asís en 1182, en una acomodada familia de comerciantes. Tras una juventud mundana renunció a los bienes paternos y se entregó por completo a Dios como hermano menor, siguiendo las huellas de pobreza y humildad de Cristo. Las tres órdenes franciscanas (frailes menores, clarisas y terciarios) le reconocemos como nuestro fundador e inspirador.
Hombre verdaderamente fraterno, hermano de todos y de todo, llevó la buena noticia de Cristo por doquier, entre cristianos y no cristianos, llegando incluso hasta el sultán de Egipto, quien quedó admirado por este pobrecillo que no llevaba más armas que la paz y el bien, el respeto, el diálogo y el amor.

Marcado por las llagas de Cristo, abrazado hasta el final a dama pobreza y reconciliado con la hermana muerte, descansó en el Señor en Santa María de los Ángeles la tarde del sábado 3 de octubre de 1226. El papa Gregorio IX lo elevó a los altares en Asís el año 1228.

Esta tarde a las 7:30 solemne eucaristía celebrada por el párroco de San Blas: D. Javier Valero Picazo en nuestra iglesia conventual.

OFICIO DE LECTURA
Francisco, gracia en flor, forma de humildes,
que plantaste tu viña en la pobreza
viviendo en su pureza el Evangelio,
diste a la Iglesia nueva primavera.

Luz en vaso de barro, antorcha viva,
haznos buscar la gloria verdadera,
las sendas que tu vida nos trazara,
danos seguirlas siempre con firmeza.

El amor de Jesús en que tú ardías
transforme en celestial nuestra existencia;
márcanos cuerpo y alma con tu fuego,
con las llagas de cristo que en ti llevas.

Hermano universal, ángel de paz,
danos alma pacífica y fraterna.
Benigno patriarca de los pobres
guíanos hasta el cielo y sus riquezas.

Contigo a Cristo en cruz nos abrazamos,
pedimos que el Amor amado sea.
Por ti glorificamos al Dios Trino,
que te hizo efigie suya, fiel perfecta. Amén.

LAUDES
Hoy a Francisco celebra
el mundo con alegría,
hoy una nueva armonía,
resuena en la creación.

Que en este día de fiesta,
Francisco a todos invita
para venir a la cita
y bendecir al Señor.

Dad gloria a Dios uno y trino,
que todo nos da en Jesús.
Gloria al que ofrece en la cruz,
Camino, Vida y Verdad.

Gloria por siempre cantad.
Y su alabanza cantando,
pregone que estáis amando
al Dios de toda bondad. Amén.

Nuestra iglesia conventual adornada el día de la solemnidad de nuestro padre san Francisco.
 HORA INTERMEDIA
Francisco que floreciste
como un almendro de Umbría,
si fuiste en la tierra norma,
eres en el cielo guía.

La paz y el amor sencillo
van brotando donde pisas
mientras tu luz resplandece
en frágiel vaso de arcilla.

Tu vestido era de pobre
porque por dentro te ardía
un fuego que llameaba
a través de tus estigmas.

Al Padre, al Hijo, al Paraclito,
gloria, honor y eterna dicha.
¡Que la Trinidad gozosa,
por ti, nos mire propicia! Amén.

VÍSPERAS
Ven, Francisco, a tus hermanos,
visita a los pobrecillos;
ven, traspasado de amor
por las heridas de Cristo;
como nueva primavera
después del invierno frío,
¡ven, Francisco!

Ven, que los hombres te vean
por el mundo peregrino:
liberado, sin alforja
y sin dinero en el cinto;
y anuncia la paz y el bien
con los labios florecidos,
¡ven, Francisco!

Ven con los brazos sin armas,
hermano suave y pacífico;
ven, menor de los menores,
de corazón compasivo;
profeta sin amargura,
ven con el ramo de olivo,
¡ven, Francisco!

Ven, penitente gozoso,
que lloras de regocijo;
heraldo loco de amor
y paz de los enemigos;
bien por los barrios y plazas,
juglar del perdón divino,
¡ven, Francisco!

Ven, ángel de buenas nuevas,
háblanos de Jesucristo;
ven, boca del Evangelio,
cristiano sabio y sencillo;
hermano tan deseado,
Francisco, tan bien querido,
¡ven, Francisco! Amén.



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