sábado, 18 de mayo de 2013

EUCARISTÍA DE INAUGURACIÓN DEL CENTENARIO


El Señor ha estado grande con nosotras y estamos alegres.”

Ayer, 17 de Mayo, fue un día grande para nuestra Comunidad, pues vino el Sr. Obispo de la Diócesis, D. Ciriaco Benavente, a celebrar la Eucaristía de inauguración del 4ºCentenario de la Fundación de nuestro Monasterio.
Concelebraron ocho sacerdotes y como acólitos un seminarista de Villarrobledo y un monaguillo.



El “Quercus Robur” cantó la misa de Perosi y el coro de la Parroquia de San Blas colaboró también con el resto de los cantos cuya letra era muy apropiada para la celebración. Resultó muy solemne y emocionante.


El Obispo, en la homilía, habló de los orígenes del Monasterio. Después resaltó la importancia de la vida contemplativa para la Iglesia. Algunas de sus palabras:
“¿Qué sentido tiene hoy un Monasterio? El mundo está falto de alma y de esperanza, no de cosas. Nada más humano ni humanizador que la gratuidad. Los contemplativos fueron llamados por Dios a hacer una Comunidad basada en el amor. Teniendo todo en común son anticipo y profecía de la Familia hacia la que nos encaminamos.
Valorad y agradeced el servicio de estas hermanas. Su sonrisa limpia y transparente son una bocanada de aire fresco en medio de los contratiempos de la vida.
Hermanas, sed luz. Buscad incansablemente al amor, enseñadnos a unificar nuestro mundo interior, pues UNA SOLA COSA ES NECESARIA.”


Antes del ofertorio se presentó solemnemente la Regla con esta Monición:
Vamos ahora a presentar solemnemente nuestra Regla, escrita por Santa Clara y aprobada por el Papa Inocencio IV.
Es nuestro modo de vida, inspirado en el Evangelio.
Va acompañada por cuatro lámparas de aceite, las cuales representan los cuatro siglos de oración vividos por tantas hermanas que nos precedieron en esta santa Casa.
Como las flores, que adornan y perfuman la Casa de Dios, las hijas de Santa Clara con su entrega silenciosa han embellecido el rostro de la Santa Madre Iglesia.
Por último el Obispo recibirá el Pan y Vino, que se transformarán en el Cuerpo y Sangre del Señor.
 
Después de la Comunión la Madre hizo la siguiente acción de gracias en nombre de la Comunidad:
Ya han pasado casi 400 años de historia, Señor, desde aquél 12 de Mayo de 1614, cuando aquellas 5 primeras clarisas iniciaron su andadura con la dedicación e inauguración de este Monasterio de San Juan de la Penitencia.
¿Cómo agradecerte, Señor, tantos dones y beneficios derramados en tus hijas día tras día, año tras año?
Estos muros centenarios son mudos testigos de la vida de Dios, la vida de Gracia que se ha ido gestando en cada una de tus hijas clarisas, que sin temor un día lo abandonaron todo para seguirte y entregarse a ti como único Esposo.
La Eucaristía celebrada y la comunión realizada es el acto sublime de agradecimiento.
Cantamos a ti en acción de gracias, confiadas cada día a tu Providencia amorosa que siempre nos acompaña.
Como María te dijo un día “FÍAT”, aquí nos tienes hoy a cada una de nosotras, tus 9 clarisas de Villarrobledo, para repetirte de corazón nuestro “FIAT”.
HÁGASE EN NOSOTRAS SIEMPRE TU VOLUNTAD. AMÉN.
Las últimas palabras, después de la bendición del Obispo fueron las de D. Vicente Girón Benavides y Moragón. Un descendiente de los fundadores de nuestro Monasterio. Que ha sido piloto de aviación durante 34 años. Su persona, hacía presente a sus antepasados, D. Juan Cano Moragón y Dña Ana Ruíz de Palomera, que donaron toda su hacienda para la Fundación de este Monasterio. Fue muy bonito poder contar con su presencia.
El Quercus entonó el Aleluya de Haendel para la despedida.
Una celebración que duró casi hora y media, resultó corta. Todos los asistentes nos manifestaban su alegría por haber participado en un acto tan solemne: “Nunca podremos olvidar este día”. Todos nos daban la Enhorabuena.


Algunas de las hermanas después de la Eucaristía en el locutorio con el Obispo.
 
 
 

 

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