sábado, 15 de febrero de 2020

11 MONJAS DE CLAUSURA

SON LAS AUTORAS DE ESTE LIBRO:
“Ecos desde el silencio”

Que acaba de publicar la Editorial Monte Carmelo.

Para los amantes de la lectura y de la vida contemplativa femenina ofrecemos una pequeña reseña de este libro por si están interesados en leerlo. 


La iniciativa de esta publicación ha sido del padre Eleuterio López, director del Instituto Pontificio Claune desde el año 2010. Con este libro termina el trabajo que ha desempeñado a lo largo de 9 años en favor de todas las monjas contemplativas de España.

¡MUCHAS GRACIAS, PADRE ELEUTERIO!
 por su trabajo, dedicación y cariño hacia todas las monjas claustrales!

Ahora le releva en el cargo el PADRE JUAN CARLOS ORTEGA, L.C., ACTUAL DIRECTOR de CLAUNE
al que deseamos siga haciendo mucho bien, trabajando a favor de la vida contemplativa femenina.

¡MUCHAS GRACIAS! A LOS BENEFACTORES DE CLAUNE

que con sus aportaciones económicas han hecho posible que este libro llegue de forma gratuita  a todos los monasterios de España.


¿CÓMO HA NACIDO ESTE LIBRO?

El papa Francisco en la Constitución Apostólica Vultum Dei quaerere (Buscar el rostro de Dios) sobre la vida contemplativa, en el nº 12 dice:

“Invito a reflexionar y discernir sobre los siguientes 12 temas de la vida consagrada en general y, en particular, de la tradición monástica: 

Formación, oración, Palabra de Dios, Eucaristía y Reconciliación, vida fraterna en comunidad, autonomía, federaciones, clausura, trabajo, silencio, medios de comunicación y ascesis”

El padre Eleuterio tuvo la feliz idea de pedir a 11 monjas de clausura de diferentes órdenes que reflexionaran, estudiaran y desarrollaran cada uno de estos temas.

LA CLAUSURA 
fue el tema encomendado a una clarisa, la presidenta de la Federación del Sagrado Corazón, madre Mª Alegría Zarroca, OSC, del monasterio de Monzón.

Nos ofrece una explicación densa, interesante y documentada.
Entre otras cosas dice:



“He percibido cómo la separación del mundo en su manifestación de la clausura en la vida contemplativa femenina está hoy día cuestionada hasta el punto de que se tiende más a hablar de monjas contemplativas que de monjas de clausura.

Pero lo más serio de esto es que para muchos, monjas incluidas, la realidad de la clausura pierde sentido y se la vacía de contenido.



No es raro encontrar entre los mismos sacerdotes, quienes piensan que la clausura ya no tiene sentido, incluso llegaron a decir que desaparecería con la Constitución Apostólica del papa Francisco.

Tanto la Vultum Dei quaerere como la Instrucción Cor Orans han vuelto a afianzar el valor de la vida contemplativa claustral. En ambos documentos aparece la denominación “monjas de clausura”.

La clausura entendida como separación del mundo; lo propiamente distintivo de estas monjas:

“Signo de la unión exclusiva de la Iglesia-esposa con su Señor profundamente amado”. 
(Juan Pablo II, Vita Consecrata, 59)

Para no absolutizar la clausura, suele decirse que es “un medio para”, pero el papa Francisco la define como signo y profecía” (Vultum Dei quaerere, nº 4) que nos habla de una vida, de una realidad trascendente, de lo absoluto de la vida de Dios.

El término “clausura” resuena como “disciplina”, “renuncia”, “medio ascético”. 


Pero hay que aplicar la mirada espiritual, profunda y ver lo más grande que tiene la clausura.


Hay que vivirla como silencio, soledad, anonadamiento con Jesús, vida esponsal de la Iglesia que ama a su Señor; voz y expresión de la Iglesia siempre orante; proclamación ante el mundo de la verdad de Dios y Dios como bien absoluto.

Desde esta perspectiva, la clausura tiene un valor en sí misma como forma de vida, como misterio de apertura a la gracia de Cristo que está solo en el monte abierto a la contemplación del Padre”.



La presentación del libro ha corrido a cargo de la hermana Carmen Ros Nortes, monja y misionera española. Actual subsecretaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Los otros temas han sido tratados por estas hermanas:

LA FORMACIÓN
María Nuria Champs Vilaplana. Concepcionista de Valladolid

Formandas y formadoras vivirán en la escucha atenta, en disponibilidad y acogida al hacer la voluntad de Dios. No se trata de una mera adquisición de costumbres y hábitos o aprendizaje de unas normas.



Se nos pide una formación personalizada, que toque la persona y la vida con toda la riqueza que esta conlleva de capacidad intelectual, afectiva, relacional.

La formación creará condiciones para que la formanda despliegue todos sus dones y acompañará el crecimiento de los mismos, ayudando a dar una respuesta libre y responsable a la gracia de Dios cada día.


La Cor Orans sitúa la meta de toda formación no tanto en la adquisición de conocimientos, cuanto en la identificación con Cristo y el conocimiento experiencial de su amor. Nos adentra en un proceso continuo de crecimiento y conversión que abarca toda la persona y toca toda la vida, extendiéndose hasta el final de nuestros días.

LA ORACIÓN
M. Yolanda Burbano Timarán, Agustina concepcionista del Monasterio de la Encarnación de Sevilla


El papa Francisco alude a la oración de Moisés con las manos alzadas que logra la victoria de su pueblo sobre el enemigo. Dice: “Este texto me parece una imagen muy expresiva de la fuerza y de la eficacia de vuestra oración en favor de la humanidad. Hoy, como entonces, podemos pensar que la suerte de la humanidad se decide en el corazón orante y en los brazos levantados de las contemplativas”



LA PALABRA DE DIOS
M. Pilar Avellaneda Ruiz, Cisterciense del Monasterio de las Huelgas de Burgos.


La lectio divina es la herramienta de Dios que como hábil artesano quiere cultivar en nuestra comunidades un corazón dócil, sabio e inteligente para discernir lo que viene de Dios y lo que puede alejarnos de Él.

La centralidad de la Palabra y el discernimiento van unidos en la vida monástica.



LA EUCARISTÍA Y LA RECONCILIACIÓN
Alejandra Martínez Pabón, Benedictina de Zamora


El Concilio Vaticano II marca un antes y un después tanto en el lenguaje como en la comprensión con la que a partir de entonces se hablará de la Eucaristía. No podemos pasar por alto que el movimiento litúrgico que jugó un papel muy importante antes del Concilio y que contribuyó a la nueva comprensión de la liturgia y de la espiritualidad, tuvo importantes focos de iluminación en el seno de comunidades monásticas, por la sensibilidad que siempre han comprendido la importancia que tiene la liturgia para la vida de la Iglesia.



La proyección del sacramento de la Reconciliación trasciende el espacio del monasterio cuando las personas que lo habitan se convierten en verdaderos artífices de paz.



LA VIDA FRATERNA EN COMUNIDAD
María del Rosario de Fátima, Carmelita Descalza de Toro

En todos los miembros de la comunidad existe el deseo de Dios, el único necesario, y se han juntado para ayudarse mutuamente en esta búsqueda. En ese camino hacia la santidad todas se han de querer y ayudar.




LA AUTONOMÍA DE LOS MONASTERIOS Y LAS FEDERACIONES
María Dolores de Jesús Domínguez, Carmelita del Monasterio Federal de Córdoba.


La Vultun Dei insiste mucho en cómo se ha de cultivar la comunión entre los monasterios. Esto es una llamada a no entender nunca la autonomía como independencia o aislamiento.



EL TRABAJO
Sabina Sánchez Martínez, Jerónima de Yunquera de Henares.




Las monjas son aquellas consagradas que viven enteramente de Dios y para Dios. Buscan un género de vida que permita una atención única, esponsal y exclusiva a Jesucristo, orientando toda su vida y actividad a la contemplación de Dios. El modelo es Jesús que pasó 30 años de su vida en Nazaret orando y trabajando.


EL SILENCIO
María Pilar Montoro, Clarisa Capuchina de Sevilla.


Para entender el fin del silencio en la vida contemplativa debemos dirigir la mirada a la Virgen María, la Esclava del Señor. A la luz de esto las monjas reviven y continúan en la Iglesia la obra de María, acogiendo al Verbo en la fe, en el silencio de la adoración.


El silencio crea un clima de escucha, un espacio de acogida del Verbo de Dios, a ejemplo de María que conservaba todas las cosas en su corazón.



EL MUNDO DIGITAL
Ana María de la Cruz Albarracín, Dominica de Torrent (Valencia)


En el mundo cibernético están nuestros hermanos, aquellos por quienes entregamos la vida. Aquellos a quienes quisiéramos dar una respuesta sobre el sentido de la vida.



Los textos del Magisterio recomiendan discernimiento y discreción en el uso de los mismos. “Es preciso estar alerta ante el uso inadecuado de tales medios, los cuales se deben usar con sobriedad y criterio respecto a los contenidos y la cantidad de información. Para que no sean ocasión de distracción o evasión de la vida fraterna”. (CO 169)


EL CAMINAR ASCÉTICO
Rocío de Jesús González Aleja, Monja Mínima de Daimiel (C. Real)


Asceis viene del término griego akesis que significa ejercicio-ejercitación.
La filosofía la refiere a los esfuerzos necesarios para adquirir la virtud y alcanzar la sabiduría.



La ascesis designa la disciplina de vida ordenada a la perfección evangélica, especialmente en la profesión de los consejos evangélicos.


domingo, 2 de febrero de 2020

DÍA DE LA CANDELARIA

Y JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA


A los 40 días del nacimiento de Jesús, celebramos hoy su presentación en el Templo. Jesús es llevado por sus padres, María y José, como hacían todas las familias judías con su primogénito. Lo ofrecieron a Dios y luego lo rescataron con un par de tórtolas.


Simeón y Ana fueron los únicos que reconocieron en Él al Mesías esperado, Luz de las naciones y gloria del pueblo de Israel. Por eso hoy en la misa llevamos todos candelas en las manos, simbolizando la Luz que es Cristo. De ahí el nombre de día de La Candelaria.
La fiesta de hoy sirve, en cierto modo, de clausura de la celebración de la Navidad.

La Iglesia celebra la Vida Consagrada el 2 de febrero

“La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente”


Es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebra el 2 de febrero de 2020, fiesta de la Presentación del Señor en el templo.

El mensaje de los obispos de esta Comisión recuerdan el día de hoy que «también hoy nuestra Madre desde el Cielo continúa alentando nuestra esperanza; y los consagrados participan de esta misión de llevar esperanza a un mundo sufriente».


− María acudió rápidamente a ayudar a su anciana prima Isabel en los últimos meses de su embarazo. Con Ella, miles de personas consagradas en todo el mundo atienden a madres con dificultades, luchan por la vida del no nacido, cuidan a ancianos abandonados, a enfermos y a personas vulnerables.

− María cuidó y educó a Jesús. Con Ella, los consagrados se dedican con mucha frecuencia al servicio de la educación de niños y jóvenes.

− María estuvo al lado de su Hijo en su Pasión y muerte en la cruz. Con Ella, son muchos los consagrados que están cerca de los encarcelados, de los que sufren violencia, persecución o explotación.

− Tras la muerte de Jesús, María acompañó y consoló a los Apóstoles, alentando la esperanza en la Resurrección y en la venida del Espíritu Santo.
Con Ella, las personas consagradas llevan aliento y consuelo a quienes sufren tristeza, incomprensión, rechazo, angustias, desesperación.

− Pero, sobre todo, María, y con Ella las personas consagradas, son fuente de esperanza en todas esas situaciones porque entregan al mundo a Jesucristo, es decir, a Aquel que vino a dar sentido al sufrimiento y a la muerte, porque es Aquel que venció el pecado, origen de todos los males que sufre la humanidad.

María y las almas consagradas anuncian que el mal no tiene la última palabra, porque el Bien –Dios– es más fuerte; que en el reino de los Cielos «ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor» (Ap 21, 4), porque no habrá pecado; y que debemos anticipar ese Reino ya en este mundo, mediante nuestras obras buenas, y nuestra caridad, fe y esperanza. Solo así seremos para los demás «estrellas de esperanza», como nos enseñó Benedicto XVI.

Recemos hoy por todos los consagrados y por un aumento de vocaciones.




sábado, 18 de enero de 2020

II ENCUENTRO DE FORMACIÓN DE LA ZONA CARTAGINENSE

UN DÍA MUY ESPECIAL PARA LAS TRES ÓRDENES FRANCISCANAS
La imagen del Crucifijo de San Damián adornada en la iglesia de nuestro convento

Hoy 18 de enero ha sido un día grande para la fraternidad Franciscana seglar de Villarrobledo pues ha tenido lugar el II encuentro de formación de la Provincia Cartaginense.


Han venido 31 hermanos: 10 de Albacete, 5 de Almansa, 5 de Murcia, 5 de Alicante, 2 de Cehegin, 2 de Los Belones, 1 de Orihuela y 1 de Guadix. De los 33 miembros de la fraternidad de Villarrobledo han asistido 19. 


Un total de 50 asistentes.


Estuvieron del Consejo de Zona : Andrés Gandolfo (ministro de zona), Ana Beatriz (viceministra), Raquel Sirvent (promoción vocacional) Miguel Castillo (acción social), Manuel González (secretario), Alfonso (Tesorero)


Es de agradecer el esfuerzo que han tenido que hacer para trasladarse a Villarrobledo desde lugares tan lejanos.

A las 9:45 h. Acogida y desayuno en los salones de la Parroquia de San Blas.


A las 10:00 h. Ana Beatriz, y ministra de la fraternidad de Murcia, desarrolla el tema:

“La vida franciscana seglar”
Comentando los capítulos X, XI y XII de la Regla:


“Obedientes, pobres y fraternales. 
Compromiso redentor toda la vida y en todo momento”

A las 11:15 h. Trabajo en grupo puesta en común.



A las 14:00 h. Comida compartida.


A las 16:00 h. Eucaristía celebrada por el padre asistente de las fraternidades de Villarrobledo y Albacete, Víctor Diez, OFM, en la iglesia de nuestro monasterio.


Compartimos algunas ideas de la homilía.

Jesús, cuando se bautiza, sumerge a los suyos junto con Él para que puedan recibir el Espíritu Santo.


Jesús se bautizó para penetrar, empapar  y trasformar el corazón del hombre.
El Espíritu del Señor se caracteriza por ser:

Espíritu de vida, espíritu de verdad, espíritu de amor, espíritu de conversión y espíritu de renovación.


A los cristianos hay que enseñarles a que vivan con Jesús.
Contemplando el bautismo de Jesús debemos de recuperar el espíritu de nuestro bautismo.

Foto de familia. 
Algunos hermanos no pudieron quedarse a la Eucaristía.

Para nuestra comunidad ha sido muy bonito el poder compartir las 3 órdenes franciscanas.

Todos los asistentes firmaron en el libro de comunidad como recuerdo de un día memorable.




En la foto Andrés Gandolfo (ministro de Zona) firmando el libro en el altar de la Virgen de la Teja


martes, 24 de diciembre de 2019

NAVIDAD 2019

El nacimiento que hemos adornado en nuestra iglesia nos transmite un mensaje.

El movimiento descendente
Dios, el Verbo eterno de los cielos, baja a la tierra encarnándose en el seno de la Virgen y nace como el más pobre de los hombres.
“El Niño recién nacido es envuelto en pañales y recostado en un pesebre”.

El movimiento ascendente
Dios baja para que el hombre suba con Él a los cielos.
Dijo Jesús: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas y yo voy a prepararos un lugar”. (Jn. 14, 2)



En el centro la estrella de Belén
Ella guió a los Magos de Oriente hacia Jesús y sigue guiando a cada hombre hacia su destino eterno junto a Dios.

El árbol
Nos remite a los orígenes del género humano:
Dios colocó al hombre en el jardín del Edén. Es el jardín de la amistad con Dios y de la armonía consigo mismo y con toda la creación. Es el jardín de la santidad y de la justicia original, en la que el hombre participaba de la vida de Dios.

En el jardín había dos árboles especiales:


El árbol de la vida, en mitad del jardín

El árbol del conocimiento del bien y del mal
El hombre podía comer de todos los árboles del jardín, “pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comas (dijo Dios al hombre); porque el día en que comas de él, tendrás que morir”.
La interpretación del significado de los árboles del paraíso ha fascinado a los estudiosos de la Biblia y a los pensadores de todos los tiempos: ¿Cuál es el secreto de estos árboles? ¿Por qué uno de ellos, el árbol del conocimiento, resulta prohibido?

El árbol de la vida es el árbol de la verdad, del amor, del misterio de Dios. La sobreabundancia de la vida divina está simbolizada en ese árbol, situado en la mitad del jardín. Dios es la vida del hombre. Donde Dios es reconocido y adorado surgen el amor y la vida. Con Dios el mundo se convierte en jardín, en paraíso. El hombre tenía acceso a ese “árbol de la vida”, podía comer de su fruto, podía alimentarse de la gracia que brota de la intimidad de Dios.

El árbol del conocimiento del bien y del mal, cuyo fruto el hombre no podía comer sin morir.

El árbol del conocimiento es un límite. Si el hombre quiere vivir en el jardín de Dios, ha de aceptar su condición de hombre. El hombre no es Dios, no es el Creador, sino una criatura amada por sí misma, ensalzada sobre las demás criaturas. El hombre es puesto en el jardín como lugarteniente de Dios para guardarlo y cultivarlo. Si el hombre acepta que sólo Dios es Dios, tendrá la vida en plenitud. Si el hombre quiere ser dios en lugar de Dios encontrará la muerte. Esa es la consecuencia de comer del fruto prohibido: yendo más allá del límite de su propio ser, el hombre no encuentra la dicha, sino la muerte.

El árbol de la cruz
En él fue crucificado nuestro Señor para redimirnos de nuestros pecados.

El color rojo sangre
Nos habla de la encarnación del Verbo que con su muerte en la cruz redime al hombre de su pecado.

El color blanco
Cuando vemos este color debemos acordarnos de la pureza de nuestra alma después de recibir el sacramento del bautismo.



Si la hemos perdido por el pecado podemos recuperarla con el sacramento de la reconciliación acudiendo a un sacerdote que nos perdone nuestros pecados en el nombre de Jesucristo.

Con nuestra alma limpia sí podremos celebrar una feliz Navidad.


Con nuestros mejores de Paz y Bien de todos nuestros seguidores de nuestro blog.

sábado, 30 de noviembre de 2019

CORONA DE ADVIENTO 2019

Que hemos adornado este año en la iglesia de nuestro monasterio.


La corona de Adviento surgió en la Edad Media como símbolo de amor y luz hacia Dios.

Es una corona de ramas verdes de pino, abeto, ciprés, laurel… con cuatro velas.

La primera vela, es encendida en el primer domingo de Adviento y las restantes son encendidas durante las siguientes semanas.

Dibujada en el mantel del altar aparece la Inmaculada, Virgen del Adviento, que celebraremos el 8 de diciembre y cuya novena empieza hoy.

SIMBOLISMO

Su forma circular, representa la eternidad. El círculo es un símbolo del ciclo eterno de las estaciones.


Una cinta de color roja en la corona, simboliza el amor de Dios por la humanidad y el amor de los fieles que esperan el nacimiento de Jesús.

Las 4 velas, representan las cuatro semanas de Adviento y son encendidas en cada Domingo de Adviento.

Las ramas verdes simbolizan la inmortalidad.

La luz se identifica con el espíritu y la fuerza de la vida que persiste, aún en medio de los días cortos y del frío que gobierna usualmente el Hemisferio Norte en el tiempo de Adviento.

En la simbología cristiana, la luz significa Cristo. El Evangelio de Juan lo presenta como la «luz del mundo»


El color verde de la tela que adorna la corona y está bajo el pesebre vacío simboliza la esperanza.

QUÉ ES EL ADVIENTO

Según la Biblia, el Ángel Gabriel, se le apareció a María, indicándole que pronto daría a luz a un niño, hijo de Dios, que llamaría Jesús, y su reino no tendría fin. Ese tiempo de espera, es caracterizado como Adviento.


Del latín: latín “adventum” que significa “llegada”. Adventus Redemptoris, “venida del Redentor”.

El Adviento es el tiempo litúrgico que nos invita a preparar nuestros corazones para el nacimiento de Nuestro Salvador. Es un tiempo de alegría para los cristianos.


Se celebra los cuatro domingos anteriores a la Navidad.

¡Ojalá nuestro corazón se convierta en un auténtico pesebre!
Dejemos que Jesús vuelva a nacer en él.

TIEMPO DE VIGILANCIA GOZOSA

El Adviento es el tiempo de la espera vigilante y gozosa, el talante que caracteriza a la Iglesia y al mismo cristiano, porque el Dios de la revelación, que poco a poco va desvelando su rostro, es el Dios de la promesa que en Cristo manifiesta toda su fidelidad al hombre; puesto que, en su Hijo, Dios da su “sí” a todas las promesas hechas (2 Corintios 1, 20).


Una hermosa imagen bíblica para los creyentes es la de las vírgenes prudentes que, con sus lámparas encendidas y llenas de aceite, esperan al Novio.

La tradición interpreta el aceite como las buenas obras de la caridad, por lo que esta espera vigilante y gozosa debe estar empapada de obras concretas para con los hermanos más necesitados, de tal modo que hagan resplandecer la luz de Cristo, a quien esperamos con alegría.

 PERSONAJES BÍBLICOS DEL ADVIENTO

En la liturgia del Adviento de todas las Iglesias cristianas sobresalen las figuras del profeta Isaías, de Juan el Bautista, de María, madre de Jesús, y de José de Nazaret.


Las lecturas bíblicas del tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del Libro de Isaías (primera lectura), aunque también se recogen otros pasajes proféticos del Antiguo Testamento que señalan la llegada del Mesías (por ejemplo, Jeremías 33:14-16). En las lecturas semanales, Isaías aparece 15 veces.


Juan el Bautista, presentado por los evangelios como el precursor que preparó los caminos para la llegada de Jesús de Nazaret, se incluye en el segundo y tercer domingo de Adviento. La predicación de Juan el Bautista, que se caracteriza por incorporar la frase del Libro de Isaías «Una voz grita en el desierto: prepad los caminos del Señor, allanad sus senderos» (Mateo 3:3), hace de él una de las personalidades propias de la liturgia del tiempo de Adviento.


María de Nazaret se presenta en la liturgia de Adviento particularmente en los pasajes evangélicos correspondientes al cuarto domingo, sola o acompañada por Isabel. María también aparece acompañando a su esposo José de Nazaret en el evangelio del cuarto domingo de Adviento, en el ciclo de la liturgia.


Se trata de modelos de creyentes que la Iglesia ofrece a los fieles para preparar la celebración de la venida de Jesucristo