jueves, 18 de abril de 2019

NUESTRO MONUMENTO 2019

En el centro una enorme CRUZ con la inscripción:
Me amó y se entregó por mí


ME AMÓ Y SE ENTREGÓ ¿Quién? El Hijo de Dios el que está vivo en el sagrario, escondido en la forma del pan consagrado. Cristo anticipó su entrega sangrienta en la Cruz dándose a sus discípulos, convirtiendo el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre. Este es el milagro que se da en cada misa y conmemoramos de manera especial el Jueves Santo

POR MÍ, por ti. Cada hombre en cualquier lugar del mundo, de cualquier religión o condición social, puede aplicarse estas palabras: “POR MÍ”. Desde Adán, el primer hombre, hasta el final de los tiempos, cada hombre o mujer puede aplicarse este por mí único e irrepetible. Cristo cuando murió y entregó su vida me amó y estaba pensando en mí.

A un lado de la cruz está el SAGRARIO, en cuya puerta aparece tallado en madera el Cordero Pascual del que habla el libro del Apocalipsis, porque Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

A  otro lado de la cruz CINCO PALMAS. Nos recuerdan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cuando es aclamado y recibido como Rey. La palma es símbolo de victoria. Estas palmas nos recuerdan la resurrección del Crucificado que vence a la muerte y al demonio. Cinco palmas, porque fueron cinco las llagas de Nuestro Señor: manos, pies y costado.


Junto al sagrario SIETE VELAS nos recuerdan los siete dones del Espíritu Santo que Cristo regala a su Iglesia gracias a su muerte y resurrección.



Junto a la cruz, a cada lado, UNAS VELAS que simbolizan a la Iglesia que está vigilante, en vela, junto a su Señor, acompañándolo en su dolor y agradeciendo tanto sufrimiento y tanto amor.


Delante de la cruz un  ADORNO FLORAL con gran contenido simbólico:

Un enorme CORAZÓN BLANCO nos recuerda el Inmaculado Corazón de María traspasado de dolor al pie de la cruz. La Virgen se convierte en Madre de la Iglesia y en Madre de cada hombre cuando ofrece  al Padre la vida de su Hijo. El verde esperanza nos recuerdan las palabras de la Virgen: "Al final mi Inmaculado Corazón triunfará"



LAS FLORES ROJAS que descienden desde la cruz hacia la tierra en forma de arco hacen referencia a la sangre que el Señor derramó en la cruz por nosotros. Esta sangre es fuente de vida, simbolizada por las hojas de helecho que hay debajo de ellas.



LAS FLORES BLANCAS nos recuerda la pureza que Cristo nos mereció por su pasión, es decir simbolizan el hombre redimido.

COSTILLA DE ADÁN son las hojas que decoran el florero por su parte inferior, tocando el suelo. Porque Adán, sacado del barro de la tierra, ha sido restaurado por Cristo, el Nuevo Adán.

ROSAS BLANCAS en la base del florero. En estas flores vemos representadas las voces de los redimidos, vestidos con vestiduras blancas, cantando un himno de alabanza al Cordero degollado que está sentado a la derecha de Dios en las alturas.




3 comentarios:

  1. Que profunda reflexion Nos amó hasta el extremo...un buen dia para reflexionar cuanto le AMO yo...y cuanto debo de AMAR A MI PROJIMO.

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  2. Que profunda reflexion Nos amó hasta el extremo...un buen dia para reflexionar cuanto le AMO yo...y cuanto debo de AMAR A MI PROJIMO.

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