martes, 12 de agosto de 2025

11 DE AGOSTO DE 2025

 SOLEMNIDAD DE SANTA CLARA

Ayer tuvimos una gran celebración llena de emoción y agradecimiento por ser el día 11 de agosto cuando santa Clara pasó de este mundo al Padre.

Para quien no pudo asistir, publicamos esta pequeña reseña con fotografías de la misma.

A las ocho y media de la tarde comenzó la misa presidida por el padre Dieudoné Bouna, sacerdote de Burkina Faso que ahora está en la diócesis de Albacete. Concelebró con él el P. Yury Vinnyk, sacerdote ucraniano de rito oriental.

La monición y las lecturas las hicieron varios miembros de la OFS de Villarrobledo.

MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos, hoy es un día muy grande para la Iglesia, para la Orden Franciscana y esta comunidad de hermanas, pues celebramos la solemnidad de santa Clara de Asís, que fue fundadora de las clarisas en siglo XIII.

La Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, es la más numerosa de toda la Iglesia y tiene monasterios por todo el mundo.

Clara se llamó a sí misma “plantita del seráfico padre Francisco” y escribió la primera Regla para mujeres aprobada por la Sede apostólica.   

El día 11 de agosto la Virgen María, junto con su Hijo y un cortejo de vírgenes, vinieron a recoger el alma de santa Clara para llevársela al cielo.

La pobre y humilde sierva de Dios avanzó segura y gozosa por esta vida, sabiéndose siempre en las manos del Padre de las misericordias.

Igual que Francisco fue llamado Alter Chistus, Clara fue llamada Altera María, impronta de la madre de Dios.

Las hijas de Clara han sido bendecidas en Villarrobledo con un prodigio mariano que alberga esta iglesia: la Virgen de la Teja. No podemos olvidar este prodigio y agradecerlo de todo corazón a Dios.

A ella nos encomendamos para que podamos vivir, desde la fe, los acontecimientos de cada día, sabiendo que el Señor está siempre con nosotros.

Con inmenso gozo y agradecido corazón comencemos esta eucaristía.

PRIMERA LECTURA:  Oseas 2, 14-20

SALMO 44: Llega el Esposo, salid a recibir a Cristo, el Señor.

SEGUNDA LECTURA: 2ª Corintios 4, 6-18

EVANGELIO: Juan 15, 4-10

HOMILÍA

El hombre, esta criatura débil que soy yo, sabe, desde su instinto y su razón, que, para hacer algo, necesita también apoyarse en algo. O mejor: en "alguien". Desde la pragmática filosofía popular se nos ha dicho: "Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija".

Y la propia experiencia, al descubrirnos la limitación de nuestras fuerzas, nos demuestra que necesitamos ayuda: apoyarnos, cobijarnos, entroncarnos, injertarnos...

De esto nos habla Jesús hoy en la fiesta de Santa Clara: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece unido a la vid, así vosotros, si no permanecéis en mí".

De "unión con Cristo" se trata, pues, amigos. De una unión que puede tener, escalonadamente, diferentes grados.

1.° Unión de tipo intelectual. Nos gusta la doctrina del Señor. Y su pensamiento. Hay muchos que se han acercado a Él por la belleza de su evangelio, por la coherencia de su mensaje, por la grandeza de su doctrina sobre el amor. Sí, existe la atracción del pensamiento intelectual. Ilustres escritores han pasado por el mundo suscitando ilusión y nos han enganchado con el núcleo de su doctrina o la garra de su expresión. Dicen que la Biblia en general, y los evangelios en particular, son el libro más vendido. Son muchos, por tanto, los unidos a Dios, y a Cristo, por este vínculo intelectual. Pero tengo para mí, Señor, que, cuando tú dices: "permaneced en mí", no te contentas con esta adhesión meramente doctrinal. De no sé qué escritor francés leí que había escrito páginas bellísimas sobre la eucaristía; pero que "no comulgaba".

2.° Unión de la voluntad y el amor. Hay personas que se hacen amar. Y hay vicisitudes y contingencias en la vida de algunos seres que nos impulsan a quererlos. Así, dar un "pésame" o una "felicitación" pueden ser ya diferentes maneras de estar junto a las personas. Hoy está de moda la palabra "solidaridad". Y de verdad que existen seres con los que hay que solidarizarse, aunque no sea nada más que por lo duramente que les ha tratado la vida.

3.° Pero el "permaneced en mí" de Jesús se refiere a una unión más honda y profunda. Es lo que vivió Santa Clara. Es una unión interior, vitalista, que pone en marcha toda la teoría de los vasos comunicantes. Unos vasos comunicantes que ponen en circulación, desde "la vid", que es Jesús, hasta "los sarmientos", que somos nosotros, esa realidad espiritual, transformante y divina que llamamos "gracia" y que nos capacita para producir "frutos de vida".

Es una unión que comprende en sí las otras uniones: la del pensamiento, por la que aceptamos "la Palabra"; la de la voluntad, por la que amamos a alguien al cual llamamos "Corazón de Jesús, muy digno de ser amado", y ésta de la "savia interior que nos une a la vid" y que nos proporciona el agua de la verdadera fuente. San Pablo estaba tan conmovido con este misterio de nuestra inserción en Cristo, que, al explicarlo, agota todas las imágenes: "vestirnos de Cristo", "Vivir en Cristo", "comulgar con Cristo", "injertarnos en Cristo", "ser Cristo", "estar en Cristo...". Y no contento, se pone a decirnos que "somos un cuerpo, en el que El es la cabeza y nosotros los miembros". Y, rizando el rizo, todavía añade: "Vivo yo, pero no yo, sino Cristo en mí". Resumiendo: "Sin El, ¡nada!".

Pues, que la intercesión de santa Clara nos obtenga la gracia de permanecer en Cristo, verdadera vid, para seguir dando frutos. ¡Amén!

PRECES

-      Por la Iglesia santa de Dios, para que sea humilde en sus vírgenes, inocente en los niños, pura en sus jóvenes y santa en los esposos. Roguemos al Señor.

 

-      Por las religiosas clarisas, para que sirvan al Señor en pobreza y humildad, mientras caminan como peregrinas y advenedizas en este mundo hacia la tierra de los vivientes. Roguemos al Señor.


-      Por todos los que buscan al Señor con corazón sincero, para que encontrándole, le sirvan con alegría y transmitan su amor a los hermanos. Roguemos al Señor.

 

-      Por todos los que sufren sin esperanza, por los que buscan sin tener fe, por los que aman a Dios sin saberlo, para que el ejemplo de los cristianos y la oración de las religiosas los acerque a la Verdad y a la Vida. Roguemos al Señor.

 


-      Por todos los que piden la oración de esta comunidad de clarisas y se encomiendan a la Virgen de la Teja, para que sean atendidos en sus necesidades. Roguemos al Señor.

 

-      Por todos nosotros, para que esta Eucaristía sea siempre el alimento de nuestra vida cristiana y nuestra defensa en todo peligro. Roguemos al Señor.

Finalizada la Eucaristía se dio a besar la reliquia de nuestra madre santa Clara.

Cantó el coro de nuestra comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara de Villarrobledo

 En alabanza de Cristo y de los seráficos padres Francisco y Clara de Asís.


Algunos miembros de la Orden Franciscana Seglar de Villarrobledo, junto a la imagen de santa Clara

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