SOR Mª BENITA HACE SU PROFESIÓN DE VOTOS TEMPORALES
El sábado 15 de abril, víspera de la Fiesta de la Divina
Misericordia, nuestra hermana Benita ha prometido sus Votos:
Vivir por tres años en pobreza, castidad, obediencia y clausura, según la Regla de Santa Clara y las Constituciones de nuestra Orden.
Desde primera hora de la mañana cantos, flores, regalos,
adornos y tarta para festejar y felicitar a nuestra hermana en un día tan
grande.
Han venido las hermanas de Lorca y de Cieza para
acompañarnos.
A las 17:30 h. ha comenzado la Eucaristía, presidida por el Vicario General de la Diócesis de Albacete: D. Julián Ros Córcoles, concelebrando el párroco de Santa María: D. Pedro José González Rodenas y acolitando D. Érik Arnoldo López, seminarista de nuestra diócesis.
Terminado el canto de entrada, se ha leído esta monición:
"Nos encontramos todavía dentro de la Octava de Pascua. Cristo Resucitado está vivo en medio de esta asamblea, reunida para celebrar la Eucaristía.
Esta comunidad de hermanas clarisas de Villarrobledo hace suyas las palabras del salmo:
“El Señor ha estado grande con nosotras y estamos
alegres”
Hoy, víspera de la Fiesta de la Divina Misericordia, Sor María Benita, hará su Profesión de Votos Temporales en la Orden de Santa Clara de Asís, fiel discípula de San Francisco. Una Orden que se caracteriza por la vida en pobreza, sencillez, fraternidad y oración.
Damos gracias a Dios porque sor Benita ha respondido con
generosidad a la llamada de Dios, dejando su país, su familia y amistades para venir
a Villarrobledo y formar parte de esta comunidad de hermanas.
Pidamos a Dios que el ejemplo de su entrega anime a otras
jóvenes a descubrir la belleza de una vida entregada solo a Dios".
Después del Evangelio, proclamado por don Pedro, y antes de la homilía, don Julián ha preguntado a la novicia:
Querida hermana Benita,
¿QUÉ PIDES A DIOS Y A LA IGLESIA?
Pido, por amor de Dios,
de la bienaventurada Virgen María,
de nuestro Padre san Francisco,
de nuestra Madre santa Clara
y de todos los santos,
se me conceda la gracia
de hacer la Profesión de votos
temporales
en nuestra Orden de Hermanas
Pobres de santa Clara,
para servir a Dios fielmente,
a la Iglesia y a todos los hombres
con mi vida de contemplación y
penitencia.
y formar con esta Comunidad
un solo corazón y una sola alma.
Con la petición de sor Benita, don
Julián ha comenzado su homilía con esta pregunta: ¿Sabes lo que pides?
Es una petición muy provocadora
para los valores que hay en el mundo.
VIVIR EN POBREZA es la mayor riqueza, haciendo de Dios el único y supremo bien de
nuestro existir.
VIVIR EN OBEDIENCIA nos lleva a cumplir la voluntad de Dios, en la tierra como en el cielo.
Que la tierra se parezca al cielo.
VIVIR EN CASTIDAD supone un amor esponsal hacia Cristo.
LA VIDA EN COMUNIDAD es una provocación para nuestros días, tal como se ha leído en la Primera
Lectura de la misa:
Los creyentes vivían todos unidos y
lo tenían todo en común, vendían sus posesiones y las repartían, según la
necesidad de cada uno.
La vida consagrada un testimonio que
ayuda a todos los cristianos a ser conscientes de las ataduras que nos quitan
la libertad.
Jesús Resucitado se presentó en medio de la comunidad a los ocho días y pidió a Tomás que metiera sus dedos en las llagas para creer.
Todos llevamos algo de Tomás y necesitamos signos que aviven nuestra débil fe.
Hoy somos testigos de cómo una joven
veinteañera decide entregar su vida al Señor con la profesión de los votos
religiosos.
Este testimonio de fe ayuda a toda la comunidad cristiana.
Finalizada la homilía, sor Benita ha pronunciado sus votos y
la madre le ha hecho entrega de las insignias de la profesión religiosa:
El velo negro signo de su pertenencia a Cristo Esposo.
La Regla de Santa Clara, libro de la vida, médula del Evangelio y camino de perfección.
El Crucifijo, que debe mirar la clarisa con deseo
de parecerse a su Esposo en sus padecimientos.
La medalla de la Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra.
La corona de flores es el anticipo de la Corona de la
Vida que Cristo tiene prometida a los que le aman.
Mientras el Coro de la Parroquia de San Blas cantaba, hemos
dado a sor Benita un abrazo fraterno de felicitación.
Luego ha continuado la Eucaristía, con las preces y la procesión de ofrendas.
Después de la comunión, sor Benita ha rezado una oración
personal de acción de gracias a Dios y seguidamente ha dado las gracias a todos
los asistentes.
Para terminar, hemos pasado todos al locutorio a tomar un chocolate.
Damos gracias a Dios y a Nuestra Señora de la Teja, que se va eligiendo como "guardianas" a jóvenes de nuestro tiempo, para que este monasterio donde Ella está, perdure en el tiempo.
Acabó de leer una mala noticia ocurrida en una iglesia de Madrid, "la han profanado." Pero está otra me ha reconfortado mi alma; la de la hermana Benita de conprometerse con sus Votos a está orden de Clrisas, tan querida por mi. Sor Benita le mando un abrazo fraternal.
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