“Ella ha elegido esta TIERRA para estar siempre con nosotros”. También ha elegido la TIERRA de esta teja como lugar de su presencia viva, pues su imagen va gestándose lentamente.
Igual que un día la Virgen visitó
nuestro suelo patrio en carne mortal sobre una columna, la Virgen ha querido
visitar nuestra comunidad. El parecido físico de las dos imágenes es tan grande
que cuando apareció la silueta de la Virgen sobre el tejo de barro que sor
Rosalía utilizaba para tapar su cántaro de agua, las monjas pensaban que era la
Virgen del Pilar.
Pues que sor Rosalía era de Zaragoza y por aquellos años, 13 hermanas de esta Comunidad de Villarrobledo procedían de Zaragoza. Todavía en 1941 quedaban vivas 8 hermanas de este monasterio procedentes de Zaragoza.
La devoción a la Virgen del Pilar a
finales del siglo XIX y principios del XX era tan grande en nuestra comunidad
que la abadesa Sor Julia de la Purísima Concepción Pamplona, natural de Zaragoza,
escribió una carta al papa pidiendo autorización para rezar el Oficio de la
Virgen del Pilar y la celebración de la misa con carácter de solemnidad. La
carta, escrita en latín, y conservada en el Archivo Diocesano de Toledo, viene
a decir:
La superiora del Monasterio de Santa Clara, postrada a
sus pies, pide a su Santidad, que en el mismo convento de monjas que tiene gran
devoción a la Santísima Virgen de la Columna, se digne conceder para que el día
12 de octubre puedan las monjas recitar el Oficio de la Virgen y los sacerdotes
celebren la misa con el rito doble de primera clase con octava. (22-Julio-1907)
La gran
devoción a la Virgen del Pilar se manifestaba en la oración frecuente. Durante
el trabajo, cada vez que el reloj daba las horas, se hacía en comunidad la
siguiente oración:
Ave María Purísima del Pilar, antes morir que pecar.
El ángel la lleve y María Santísima del Pilar la reciba. No permitáis Señora
que mi alma sea perdida. Bendita sea la hora en que la Virgen María vino en
carne mortal a Zaragoza. Ya nos queda una hora menos de vida y una hora que dar
cuenta a Dios más. Dios es la suma bondad, pues Dios aquí nos tiene, hágase su
voluntad.Sor Caridad Mallén fue la última religiosa de Zaragoza fallecida en nuestra comunidad el 2 de enero de 1996, día en que la Virgen María bajó en carne mortal a Zaragoza. En el momento de expirar, su cama estaba cubierta por el manto de la Virgen del Pilar.
Es curioso que esta advocación mariana de la Virgen de la Teja, tan ligada a la del Pilar de Zaragoza, sea conocida también en el continente americano, tanto de habla hispana como inglesa.
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