EN NUESTRA IGLESIA CONVENTUAL
A primeros de agosto sonó un día el teléfono. Al otro lado,
una voz conocida nos preguntaba si sor Enmanuel podría venir a Villarrobledo,
pues venía de gira por España del 17 al 24 de octubre.
Nuestra abadesa lo consultó con los sacerdotes si esto era posible y dónde tendría lugar la conferencia. La respuesta fue afirmativa y acordaron que fuera en nuestra iglesia.
Se fijó la fecha para el lunes día 18, pues venía de paso desde
Badajoz hasta Toledo. Aunque el 19 aprovecharía para visitar el vecino pueblo de
Tomelloso.
Desde entonces comenzó a avisarse a las personas conocidas. Después nos enviaron trípticos para repartir en las iglesias de Villarrobledo.
Por fin llegó el esperado lunes 18 de septiembre.
A las siete de la tarde el padre Daniel, nuevo párroco de San Blas hace la exposición del Santísimo y se reza el Santo Rosario por la paz.
Cada misterio fue rezado por uno de los numerosos fieles
presentes en la iglesia.
Finalizado el Santo Rosario, don Daniel en procesión por la iglesia impartía la bendición con el Santísimo Sacramento.
A las siete y media comienza la Eucaristía. Es la primera vez que la preside en nuestra iglesia el que es ahora nuestro párroco. Concelebran D. Javier, el párroco anterior que ha sido destinado a Chinchila, y dos sacerdotes naturales de Villarrobledo: D. Braulio y D. Alejandro, que leyó el Evangelio.
Después del canto de entrada, dedicado a la Virgen de la Teja, las monjas leen la monición:
MONICIÓN DE ENTRADA
Nos hemos reunido en torno al altar para celebrar la
Eucaristía.
Hoy es un día muy especial, por ser la primera misa que
celebra en nuestra iglesia Don Daniel, el nuevo párroco de San Blas, al que
acogemos de corazón y damos la bienvenida, encomendándolo en nuestras
oraciones.
Contamos con la presencia extraordinaria de sor Enmanuel
Maillard, que viene desde Medugorje, donde la Iglesia estudia la
sobrenaturalidad en relación a unas visitas de la Virgen María. Sor Enmanuel
nos trae un mensaje para nosotros:
LAS PALABRAS DE UNA
MADRE PARA NUESTRO TIEMPO.
Las hijas de santa Clara hemos sido bendecidas en
Villarrobledo con un prodigio mariano que alberga esta iglesia: la Virgen de la
Teja. No podemos olvidar este prodigio y agradecerlo de todo corazón a Dios.
A ella nos encomendamos para que podamos vivir, desde la fe,
los acontecimientos de cada día, sabiendo que el Señor está siempre con
nosotros.
Con inmenso gozo y agradecido corazón comencemos esta
eucaristía.
Las lecturas del día, correspondientes al lunes de la semana XXIV del tiempo ordinario, memoria de un santo franciscano, san José de Copertino.
La homilía corrió a cargo de nuestro párroco, D. Daniel, que partiendo del Evangelio habló de la verdadera fe que debe alimentar y hacer crecer cada cristiano, una fe activa en la práctica del amor.
Finalizada la misa ha tenido lugar la conferencia.
Ofrecemos una síntesis para los que querían haber asistido y
les fue imposible.
JESÚS NOS DA SU PAZ.
La PAZ que dona el Resucitado a los suyos es algo divino,
sobrenatural, que no podemos equiparar a la mera tranquilidad. Es una PAZ que
llena el corazón. Con esta paz que es don de Dios no se puede tener miedo.
ADORAR AL SANTÍSIMO.
Si nuestra meta es el cielo, la mayor alegría de un cristiano
debe consistir en ADORAR a su Señor sacramentado. Dice la Virgen en uno de sus
mensajes:
Ya en la tierra podéis
experimentar algo del cielo, si estáis unidos al Señor. Os invito a que os
enamoréis del Santísimo Sacramento del altar, adorándolo largamente. Cuando
adoráis a mi Hijo, estáis unidos al mundo entero. Aquí está la clave del ecumenismo.
Jesús en el centro del mundo.
DISTRACCIONES EN LA ORACIÓN
Si estoy cansado, preocupado, aburrido, distraído o dormido
ante el Santísimo puedo pensar que mi oración no vale para nada, que mejor me
quedo en mi casa.
Es un error pensar así.
Jesús está presente en el Santísimo sacramento, toda su vida,
todo su poder, todo su amor. Él nunca está cansado ni distraído. Es el Creador
y está constantemente trabajando. Y se pone muy feliz cuando alguien está con Él.
LA MAYOR OBRA DE CARIDAD.
Cuando alguien hay delante de Jesús expuesto en la custodia,
ÉL ACTÚA sobre el mundo. Envía rayos de luz, vida, paz, misericordia, ternura,
paz, perdón, curación y liberación. El alma queda enriquecida por esos dones y alegramos
el Corazón de Jesús.
Adorar al Santísimo es la mayor obra de caridad que podemos
hacer, pues reduce el número de abortos, depresión, crímenes, enfermedad,
satanismo, abusos sexuales, … todo lo malo se reduce, pues los rayos de Jesús neutralizan
la acción del mal. Pero la condición es que Él esté con alguien, siempre
acompañado.
EJEMPLOS CONCRETOS.
TRIESTE es una ciudad situada al norte de Italia. Contaba con
el mayor número de suicidios en el año 2005. Un sacerdote logró reunir las 300
personas que son necesarias para crear una Capilla de Adorción Perpetua. En
2006 se publicó un artículo que decía que el índice de suicidios había
descendido un 50 % respecto al año anterior. El sacerdote que creó cierta
capilla supo que se debía a la Adoración.
Un día vino a Medugorje un sacerdote de París. Era párroco de Santiago y una señora le contó lo que ocurrió con un mendigo, llamado Pablo, que cada día se sentaba a pedir en la puerta de la iglesia. El pobre estaba enfermo y siempre con la botella de vino al lado. Esta señora se ocupaba de él, le llevaba comida y otras cosas que pudiera necesitar.
Este mendigo con frecuencia pasaba a la iglesia y se quedaba
dormido. La señora le dijo:
¿Si no rezas, por qué pasas a la
iglesia?
Respondió el mendigo:
Yo he olvidado ya las oraciones que me enseñaron en la
catequesis. Pero es que no te das cuenta de que en esa caja está Dios mismo,
que está siempre solo y nadie pasa a verlo. Yo paso a verlo y como no sé rezar,
solo lo saludo.
Un día el mendigo no estaba en la puerta pidiendo y la señora
creyó que había enfermado. Lo buscó y lo encontró en un hospital ingresado. Lo
vio muy enfermo. Al día siguiente fue a verlo y lo encontró con una cara
radiante de felicidad. Sorprendida la señora le dijo:
¡Qué bien estás hoy! ¡Has “resucitado”!
Y le respondió el mendigo:
Esta mañana vino un hombre a verme, era muy guapo, estaba
vestido de blanco y me dijo:
¡Hola, Pablo! Soy Jesús y he venido a verte. Después me he
sentido muy bien.
Es un caso real, ocurrido en una parroquia de París, a cuyo
párroco yo conozco.
Pablo no tenía salud, ni dinero, ni casa, ni amigos, pero
tenía lo más importante: Un corazón para Jesús. Y de todas las personas que
iban a la Parroquia, aunque era un mendigo, era el más rico. Porque en la
sagrada forma está el Corazón de Jesús latiendo y dando vida.
DICE LA VIRGEN:
Cuando vais a visitar a mi Hijo, allí
estoy yo presente. Siempre vamos juntos. Si me lo pedís, yo pongo en vuestro
corazón el mismo amor que yo tengo a Jesús.
A mí me gustan mucho los corazones
puros. Están siempre jóvenes y alegres.
Que sean la SANTA MISA Y COMUNIÓN
vuestra principal ocupación.
Queridos hijos, cuando acabáis de
recibir a Jesús no juzguéis al sacerdote, no miréis alrededor. Si podéis
dedicad al menos 10 mn a mi Hijo que está presente en vuestro corazón.
La Virgen dijo que al menos 10 mn de acción de gracias
después de comulgar, pero si es más tiempo mejor.
Gloria Polo vio que en el cielo hay santos con más luz que
otros y preguntó a Dios el motivo. La respuesta fue:
Si recibes con mucho amor a Jesús en le comunión y pides
crecer en su amor, esto te va a alcanzar un mayor grado de gloria en el cielo.
Todo depende del amor que pongas en cada una de tus comuniones.
COMULGAR CON FRIALDAD Y CON INDIFERENCIA
Cada vez que recibes la comunión, Jesús viene muy feliz a tu corazón, como un enamorado que se encuentra con su amada, lleno de felicidad y alegría. Y viene cargado de dones para enriquecer al alma. Si cuando entra en el alma la ve fría, indiferente, cerrada, como si recibiera una cosa muerta, viendo que no hacemos caso, se marcha con todos sus dones y su corazón se queda rasgado de dolor por tanta indiferencia.
Jelena, de Medugorje, al final de la misa vio a Jesús, como
en la Pasión, coronado de espinas, con esputos, sangre, los vestidos rotos y le
dijo:
Cuando mis hijos me reciben en la comunión, se van y me
olvidan, vivo una nueva agonía.
Mi mayor alegría es venir a un alma humana y darle todos mis
dones.
MARÍA PIDE LA CONFESIÓN MENSUAL.
¿Desde cuándo Medugorje es el confesonario del mundo?
Al principio de las apariciones, la Virgen dijo a los
videntes que una tarde, todo el que quisiera ir podría tocarla, se dejaría
tocar por todos.
Todos pudieron tocar a la Virgen. Pero la túnica de la Virgen
quedó llena de manchas. Eran los pecados de las personas los que ensuciaban el
vestido. Entonces la Virgen dio este mensaje.
Os invito a purificar vuestro corazón de todo pecado. Nadie
puede ser feliz ni tener paz cuando está en pecado. Es necesario comulgar en
estado de gracia. ¡Jesús es tan feliz cuando nos acercamos a comulgar! Es como
si entrara en otro cielo.
Es el Salvador y disfruta salvando. Mis pecados le han
clavado en la cruz y Él con su sangre nos limpia de ellos.
LA IGLESIA ES SANTA Y PECADORA
Jesús vivió 30 años de vida oculta, 3 de vida pública. Luego
sufrió la pasión. Murió y lo enterraron, pero al tercer día resucitó. Cuando Jesús
murió toda la fe de la Iglesia estaba encerrada en el Corazón Inmaculado de
María.
Algo parecido pasará con la Iglesia que es la Esposa de
Cristo. Sigue al Cordero donde quiera que vaya.
Llegará un momento en que parecerá que está muerta, pero
resucitará, resurgirá.
No olvides que la Iglesia es mi Hijo. Tienes que amarla y
trabajar por Ella. No critiques a los sacerdotes. Cada vez que un sacerdote cae
en pecado grave y yo lo critico es como si criticase a Jesús cuando está
cargado con la cruz y coronado de espinas.
Al final, pidió que guardáramos unos minutos de silencio para
hacer un propósito que nos lleve a un cambio de vida.
El coro entonó el himno a la Virgen de la Teja.
Después sor Enmanuel se prestó a firmar los libros de las personas que lo solicitaran.
Se vendieron muchos de sus libros. Algunos de ellos contienen los mensajes de la Virgen y experiencias de personas que han cambiado su vida después de visitar Medugorje.
TODO PARA LA MAYOR GLORIA DE DIOS Y EL HONOR DE NUESTRA SEÑORA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA.
Nota:
El texto que aparece con letras azules corresponde a las
palabras que se atribuyen a la Virgen, dichas a los videntes