jueves, 1 de julio de 2021

SEIS VECES SUSPENDÍ EL EXAMEN PRÁCTICO DE CONDUCIR

CUANDO RECÉ A LA VIRGEN DE LA TEJA CONSEGUÍ APROBAR

Hermanas Clarisas de Villarrobledo, aunque vosotras ya sabéis la historia, me gustaría que más personas la conocieran:

El 27 de junio ante la imagen de la Virgen

Me llamo Daniela y nací en un pequeño pueblo de Colombia. Cuando era pequeña mi padre se mudó a España, concretamente a Albacete capital, en busca de un futuro mejor para mí y mi hermana mayor. Unos años después quiso Dios que mi madre, mi hermana y yo nos mudásemos a España también para reunirnos con mi padre y así es como las tres llevamos 13 años viviendo aquí.


Mi familia no siempre ha estado cerca de Dios, pero actualmente mis padres pertenecen a una comunidad del Camino Neocatecumenal de Albacete y mi hermana es novicia en el convento de las Carmelitas Descalzas de la misma ciudad.

Yo, por mi parte, creo en Dios y tengo fe, pero considero que aún me falta mucho camino para amar a Dios como debe ser.


Espero que mi experiencia con la Virgen de la Teja ayude a las personas que se encuentren en una situación similar, o incluso más difícil que la mía


En agosto de 2019 decidí apuntarme en una autoescuela para sacarme el carnet de conducir. 

El examen teórico lo aprobé a la primera y sin tener ningún error. Al poco tiempo empecé a dar clases prácticas.

En el verano del año siguiente me presenté por primera vez al examen práctico, ya que en septiembre del 2019 tenía que irme fuera de Albacete a estudiar mi último año y en marzo de 2020 estábamos en plena pandemia.

Estas circunstancias atrasaron la posibilidad de presentarme al examen práctico.

El 10 de julio del año pasado me presenté por primera vez. 

Recuerdo que le pedí a mi hermana monja y a mi familia que se rezasen por mí. Como ese día era precisamente la fiesta de San Cristóbal (patrón de los conductores), mi madre le pidió a él que me acompañase durante el examen.


El resultado fue que no aprobé porque estaba muy nerviosa. 

Pensé que era normal por ser la primera vez que me presentaba. Al poco tiempo me volví a presentar por segunda vez, esa segunda vez tampoco fue bien y tuve que pagar las tasas para renovar los papeles y así volverme a presentar por tercera vez.

Todos mis amigos y conocidos me decían que a la tercera iba la vencida... 

Pues a la tercera tampoco aprobé.

En esos momentos estaba un poco frustrada, enfadada. 

También sentía envidia hacia algunos amigos míos que podían superar el examen práctico.

Así que yo pensaba: 

"¿Seré yo menos capaz?

¿por qué los demás si y yo no?"

Después de esa tercera vez, cada vez que suspendía tenía que esperar entre uno y dos meses en vez de dieciocho días, por norma de la DGT, para volver a presentarme al examen, debido a la COVID 19.

Suspendí una cuarta, y una quinta vez más.

Entre medias de ese proceso también estaba buscando trabajo, cosa que tampoco iba nada bien. Hacía entrevistas y me rechazaban en casi todas las ofertas por falta de experiencia.

Me sentía bastante frustrada y mal porque veía que no conseguía un trabajo, ni el permiso de conducir.


Así fue pasando el tiempo hasta que en enero de este año hice una entrevista de trabajo para trabajar como administrativa en Ciudad Real. La entrevista resultó muy bien y en marzo empecé a trabajar hasta hoy.


En febrero, un mes antes de irme a Ciudad Real a trabajar, me volví a presentar 

por sexta vez al examen, 

una vez más suspendí.


Esa vez me quedé a las puertas de aprobar pero, ya terminando el examen, tuve un error y me suspendieron. 

Así que volví muy triste a mi casa porque había suspendido una vez más y tenía que volver a pagar las tasas por tercera vez para poder volverme a presentar. 

Esa tristeza sumada a que me sentía mal por no saber qué hacer con mi vida ya que todavía no me habían llamado para el trabajo, no estaba estudiando ni haciendo nada que yo considerase productivo, se estaba convirtiendo en una especie de depresión y de crisis de fe.

Se me ha olvidado decir antes que también estaba apuntada al paro en esos momentos e intentaba inscribirme a los cursos que ofertan en su web para desempleados y también me rechazaban en todos los cursos en los que me quería apuntar.

Por todo esto me sentía rechazada y que fracasaba en todo lo que quería hacer.

Finalmente me llamaron a mediados de marzo para el trabajo y gracias a Dios es un trabajo en el que el ambiente ha sido bueno desde el primer momento, así que, gracias a conseguir un trabajo sin tener apenas experiencia, encima en tiempos de pandemia y con una crisis mundial, me he dado cuenta de lo mucho que Dios me quiere. 

Sé que es todo gracias a él, ya que mi familia oraba mucho por esto, para que yo consiguiese algo que hacer con mi vida, aunque fuese de manera temporal.

Volviendo al examen, a finales de abril pregunté en la autoescuela cuando podía presentarme otra vez. Me dijeron dos fechas y la que mejor me venía era el 28 de mayo, ya que como estaba en Ciudad Real trabajando y el examen sería en Albacete tenía que pedir esos días en el trabajo con antelación para dar algunas clases y poder presentarme al examen.

Llegó esa última semana de mayo, di unas clases antes del viernes 28 y yo estaba muy contenta, porque se me estaban dando bien las clases y sentía que iba a aprobar, pero en el fondo tenía miedo.

Ya había suspendido seis veces y pensaba 

¿y si vuelvo a suspender?

Y eso me ponía bastante nerviosa y un poco triste.

Recuerdo que el día antes del examen, le dije a mi madre que estaba durmiendo muy mal en mi habitación, que no conseguía descansar bien, así que me dijo que quizás debería irme a dormir a una habitación de nuestra casa en la que no duerme nadie y la cama es más grande, que quizás ahí dormiría mejor. Así que esa noche me fui a esa habitación.

A mi madre le gusta tener por casa imágenes y figuras de la Virgen María. Casi todas han sido regalos de personas conocidas o familiares. En esa habitación tiene unas cuantas.

Recuerdo que me llamaron la atención dos pequeñas imágenes, en las que se podía leer "Virgen de la Teja - Hnas. Clarisas de Villarrobledo".

Al principio la verdad es que yo lo leí mal y pensé que ponía "virgen de la Ceja" y me quedé impresionada pensando 

¿Eso existe?

¿una Virgen de la Ceja?,


Las imágenes y figuras de la virgen María que mi madre tiene una mesa de la habitación en la que dormí esa noche

Así que rápidamente cogí el móvil y lo busqué en Google. Efectivamente, Google corrigió mi error y pensé:

“¡Claro la teja tiene más sentido que la ceja! 

¡que tonta soy!”

En ese mismo momento leí la historia de la Virgen y me pareció bastante curiosa. Entonces pensé:  


“Si la Virgen de la Teja ha hecho cosas tan grandes como sanar enfermedades graves, igual si le pido que me ayude mañana en mi examen lo hace”.


Así que me arrodillé delante de la imagen, le pedí que me ayudase en el examen para poder controlar mis nervios e ir tranquila y que todo fuese bien. 

También recé la oración que viene escrita detrás de la imagen y le dije que iría a verla independientemente de cómo saliese el examen.


La pequeña imagen que guardé en mi bolsillo y la oración que recé esa noche

Al día siguiente tenía el examen a las 8.30 de la mañana recuerdo que cogí la imagen más pequeña, la puse en mi bolsillo y me fui al lugar donde tenía que hacer el examen.

Cuando llegó mi turno de hacer el examen, yo estaba muy tranquila, me subí al coche de la autoescuela, lo hice todo lo mejor que pude y cuando terminé me quedé con una buena sensación.

El profesor de la autoescuela me dijo que intentaría preguntarle al examinador cómo había ido el examen, ya que al ser viernes no sabría el resultado hasta el siguiente día laboral, pero el lunes era 31 de mayo día de Castilla-La Mancha, entonces hasta el martes no sabría el resultado y él no quería que sus alumnos estuviésemos hasta el martes desesperados por saberlo. Unas horas después el profesor de la autoescuela me envió un mensaje en el que me decía que había aprobado el examen, yo no me lo creía y estaba muy feliz porque por fin había conseguido algo que me había costado tanto tiempo y esfuerzo conseguir.

Hoy tengo la certeza de que sin la ayuda de la Virgen de la Teja esto no habría sido posible. Ella me ayudó a controlar mis nervios y a hacer las cosas bien. Sin embargo, el martes cuando estaba en Ciudad Real en el trabajo, cogí un momento el móvil para entrar en la web de la DGT y comprobar si era cierto que había aprobado porque hasta que no viese el APTO no me lo creía del todo, y así era, era verdad había aprobado por fin gracias a la fuerza y la confianza que me dio la virgen.

Una curiosidad:

¿Cómo llegó a casa esa imagen de la Virgen?

Una joven del Camino Neocatecumenal, Cristina, natural de Villarrobledo, llevó unas bolsitas que contenía dos estampas, una medalla y un cartelito donde ponía:

 “Ayuda para restaurar la puerta del templo de las clarisas de Villarrobledo”.

Mi madre compró una bolsita, pero no le prestó atención. 

Curiosamente esa noche yo no dormí en mi habitación, sino donde estaba la imagen de la Virgen de la Teja.

Una vez aprobado el examen le dije a mi madre que teníamos que ir a ver la Virgen de la Teja, porque ella me había ayudado mi madre llamó al convento de las hermanas Clarisas de Villarrobledo para saber si podíamos ir a ver la Virgen y Sor Yolanda le dijo que lo mejor sería verla durante la misa del domingo. 

Así que el domingo 27 de junio fuimos a la misa, me senté cerca de la Virgen y cuando acabó la misa le di las gracias por su ayuda.

Después de la misa, las hermanas fueron muy amables con mis padres y conmigo. Nos recibieron, estuvimos hablando con ellas un rato y tuve la oportunidad de contarles mi experiencia en persona y ahora la cuento aquí por si a alguien más le puede servir de ayuda.


Hoy en día tengo la certeza de que la Virgen me ayudó porque se lo pedí con mucha fe.

Y para terminar me gustaría compartir algo que dijo el sacerdote, durante la homilía, ese día que fuimos a ver a la Virgen, era algo así como:

 “El miedo no sirve para nada, tenéis que tener fe y confianza" 

(no son las palabras exactas pero el mensaje era ese).

Por eso no debemos tener miedo con fe y confianza se pueden conseguir muchas cosas.


Muchas gracias por recibirnos ese día hermanas, espero que podamos volver otra vez.

Os llevaré en mis oraciones.

Un abrazo y un beso a todas.


¡Viva Cristo Rey!