EL MAYOR SANTO DESPUÉS DE LA VIRGEN
En este año 2021 es especial, pues el papa
Francisco lo ha
dedicado a san José.
El 8 de diciembre de 2020 marcó el 150 aniversario de la proclamación de san José como Patrono de la Iglesia Universal.
Con motivo de esta ocasión, el Papa Francisco dedicó al carpintero de Nazaret una Carta apostólica, Patris Corde (Con un corazón de padre), y proclamó los próximos doce meses como un "Año de San José".
Este documento del Papa nos traen a la memoria otros dos documentos
pontificios escritos sobre la figura de San José:
La Carta Encíclica de León XIII Quamquam
Pluries,
sobre la devoción a san José.
San Juan Pablo II se encomendaba todos los días a san José. Esta devoción se resume en el documento que le dedicó el 15 de agosto de 1989, día de la publicación de la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, sobre la figura y la misión de san José en la vida de Cristo y de la Iglesia, escrita 100 años después de la Quamquam.
(Nos viene muy bien recordar y leer
estos tres documentos pontificios sobre la figura de san José)
Nosotras nos hemos preparado para su día
rezándole la Novena, pero además ha sucedido
algo especial:
PRECISAMENTE EN EL AÑO DE SAN JOSÉ
Hoy, víspera de su fiesta hemos dado la bienvenida a una bonita imagen donada por un benefactor de Tomelloso y que hoy adornamos en nuestro oratorio particular.
La imagen adornada en nuestro oratorio
¿QUÉ SIGNIFICA EL NOMBRE DE JOSÉ?
Es muy bonita la historia de este nombre, el significado que
encierra.
El nombre designa a la persona y su misión, por ello el padre
adoptivo del Hijo de Dios, que le ayudó “a crecer en edad, sabiduría y gracia
ante Dios y ante los hombres”, debía llamarse JOSÉ.
Este nombre de José, que se traduce hebreo como "crecer",
aparece por primera vez en la Biblia en el libro del Génesis.
Según el relato, JOSÉ, fue uno de los doce hijos de
Jacob.
José había nacido de Raquel, su esposa amada y era
el hijo preferido de su padre. Sus hermanos,
nacidos de Lea o de las concubinas de Jacob, lo
envidiaban por eso, al punto de venderlo como
esclavo y llevado a
Egipto.
Fue comprado por un funcionario de alta confianza en el
gobierno de Egipto, quien lo puso al frente de su casa (cosa que el mismo Dios hizo
con san José) Así leemos en el libro del Génesis, capítulo 39:
v. 4 “Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le
hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.
v. 5 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Dios bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Dios estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
v. 6 Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
Fue acusado injustamente de adulterio por su dueña y estuvo en prisión.
Al interpretar un sueño profético del Faraón, fue liberado y elevado a la categoría de primer magistrado después del faraón.
En tiempos de hambruna salvó al pueblo egipcio e hizo entrar en el país a su
familia; perdonó a sus hermanos y les otorgó el país de Gosén, donde se
convertirían en el pueblo de Israel.
Así se cumplió la profecía:
“De Egipto llamé a mi Hijo”
Entendiendo por “Hijo” dos realidades al mismo tiempo:
El pueblo
de Israel, elegido de Dios, rescatado de la esclavitud que sufrió durante más
de 400 años.
También Jesús, el Hijo de Dios, regresó de Egipto,
a donde tuvo que huir para salvar su vida de la
matanza de Herodes.
En el Nuevo Testamento es san Mateo el que nos presenta más
detalles sobre la vida de José, desposado con la Virgen María.
UN DETALLE SOBRE LOS
ESPONSALES DE SAN JOSÉ
Según los evangelios apóquifros, la elección del esposo de la Virgen María fue de esta manera:
El Sumo Sacerdote habría convocado a todos los jóvenes de la Casa de David que aspiraban a casarse con María, invitándolos a depositar sobre el altar su cayado o bastón, pues el dueño de aquél que floreciera sería el elegido del Señor.
Naturalmente, fue el bastón o la vara de José el que
floreció…”
Por eso se representa a san José con un bastón florecido. Tiene su simbolismo.
Este pasaje nos recuerda el “Bastón de mando” que llevaba Moisés como signo de la autoridad que Dios le confería sobre el Pueblo de Israel. (Ex 4, 2-5. 17) “Toma este cayado porque con él has de hacer los prodigios".
Dios puso en manos de José la autoridad sobre María y Jesús, era el cabeza de la Sagrada Familia.
Fue entonces cuando se le aparece el ángel del Señor en sueños diciendo a José que la criatura que hay en María viene del Espíritu Santo y él deberá ponerle, como padre adoptivo. El nombre de Jesús, que significa salvador.
Después de la Virgen María, san José ha sido la
persona más
cercana al Hijo de Dios.
Lo alimentó; cuidó de Él.
Le enseñó a rezar y a leer.
Le enseñó un oficio para ganarse la vida.
Desde que Jesús cumplió los 12 años (fecha en que se perdió en el Templo de Jerusalén hablando con los doctores de la Ley) peregrinaba cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
HOY CELEBRAMOS
En España el día del padre se celebra el 19 de Marzo en honor a San José. Este día festivo es considerado de gran importancia porque reconoce la contribución de los padres a la familia. Es una manera de homenajear a los padres y reconocer su papel en la crianza y educación de los hijos.
Se celebra el Día del Seminario.
Este año bajo el lema, «Padre y hermano, como san José». En las comunidades autónomas en las que no es festivo, se celebra el domingo más cercano. En este caso, el 21 de marzo.
Recemos por nuestros seminaristas y por las vocaciones al Seminario.
Es el patrón de:
La Iglesia universal,
las familias,
los padres,
las mujeres embarazadas,
viajeros,
inmigrantes,
artesanos,
ingenieros
y trabajadores.
También de la buena muerte, por haber tenido la dicha de
morir acompañado de Jesús y de María.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Del papa León XIII
A ti, bienaventurado san José, acudimos en nuestra
tribulación, y después de implorar el auxilio de tu santísima esposa, solicitamos
también confiadamente tu patrocinio.
Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada
Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño
Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia
que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras
nuestras necesidades.
Protege, oh providentísimo Custodio de la divina Familia, la
escogida descendencia de Jesucristo; aleja de nosotros, oh padre amantísimo,
este flagelo de errores y vicios. Asístenos propicio desde el cielo, en esta
lucha contra el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo libraste de la
muerte la vida amenazada del Niño Jesús, así ahora defiende a la santa Iglesia
de Dios de las hostiles insidias y de toda adversidad.
Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante patrocinio, para que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén
JACULATORIA
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con vosotros descanse en paz y el alma mía.
CANTO PARA EL ALMA
Canto gregoriano a San José: JOSEPH, FILI DAVID | Gregorian chant to St. Joseph
https://www.youtube.com/watch?v=a3NYn5nL-5U&feature=youtu.be