Francisco de Asís es uno de los
santos más célebres de toda la hagiografía cristiana, conocido y admirado
incluso en ambientes alejados de la Iglesia.
Nació en Asís en 1182, en una
acomodada familia de comerciantes. Tras una juventud mundana renunció a los
bienes paternos y se entregó por completo a Dios como hermano menor, siguiendo
las huellas de pobreza y humildad de Cristo. Las tres órdenes franciscanas
(frailes menores, clarisas y terciarios) le reconocemos como nuestro fundador e
inspirador.
Hombre verdaderamente fraterno,
hermano de todos y de todo, llevó la buena noticia de Cristo por doquier, entre
cristianos y no cristianos, llegando incluso hasta el sultán de Egipto, quien
quedó admirado por este pobrecillo que no llevaba más armas que la paz y el
bien, el respeto, el diálogo y el amor.
Marcado por las llagas de Cristo,
abrazado hasta el final a dama pobreza y reconciliado con la hermana muerte,
descansó en el Señor en Santa María de los Ángeles la tarde del sábado 3 de
octubre de 1226. El papa Gregorio IX lo elevó a los altares en Asís el año
1228.
Esta tarde a
las 7:30 solemne eucaristía celebrada por el párroco de San Blas: D. Javier
Valero Picazo en nuestra iglesia conventual.
OFICIO DE
LECTURA
Francisco, gracia en flor,
forma de humildes,
que plantaste tu viña en
la pobreza
viviendo en su pureza el
Evangelio,
diste a la Iglesia nueva
primavera.
Luz en vaso de barro,
antorcha viva,
haznos buscar la gloria
verdadera,
las sendas que tu vida nos
trazara,
danos seguirlas siempre
con firmeza.
El amor de Jesús en que tú
ardías
transforme en celestial
nuestra existencia;
márcanos cuerpo y alma con
tu fuego,
con las llagas de cristo
que en ti llevas.
Hermano universal, ángel
de paz,
danos alma pacífica y
fraterna.
Benigno patriarca de los
pobres
guíanos hasta el cielo y
sus riquezas.
Contigo a Cristo en cruz
nos abrazamos,
pedimos que el Amor amado
sea.
Por ti glorificamos al
Dios Trino,
que te hizo efigie suya,
fiel perfecta. Amén.
LAUDES
Hoy a Francisco celebra
el mundo con alegría,
hoy una nueva armonía,
resuena en la creación.
Que en este día de fiesta,
Francisco a todos invita
para venir a la cita
y bendecir al Señor.
Dad gloria a Dios uno y
trino,
que todo nos da en Jesús.
Gloria al que ofrece en la
cruz,
Camino, Vida y Verdad.
Gloria por siempre cantad.
Y su alabanza cantando,
pregone que estáis amando
al Dios de toda bondad.
Amén.
Nuestra iglesia conventual adornada el día de la solemnidad de nuestro padre san Francisco.
HORA INTERMEDIA
Francisco que floreciste
como un almendro de
Umbría,
si fuiste en la tierra
norma,
eres en el cielo guía.
La paz y el amor sencillo
van brotando donde pisas
mientras tu luz
resplandece
en frágiel vaso de
arcilla.
Tu vestido era de pobre
porque por dentro te ardía
un fuego que llameaba
a través de tus estigmas.
Al Padre, al Hijo, al
Paraclito,
gloria, honor y eterna
dicha.
¡Que la Trinidad gozosa,
por ti, nos mire propicia!
Amén.
VÍSPERAS
Ven, Francisco, a tus
hermanos,
visita a los pobrecillos;
ven, traspasado de amor
por las heridas de Cristo;
como nueva primavera
después del invierno frío,
¡ven, Francisco!
Ven, que los hombres te
vean
por el mundo peregrino:
liberado, sin alforja
y sin dinero en el cinto;
y anuncia la paz y el bien
con los labios florecidos,
¡ven, Francisco!
Ven con los brazos sin
armas,
hermano suave y pacífico;
ven, menor de los menores,
de corazón compasivo;
profeta sin amargura,
ven con el ramo de olivo,
¡ven, Francisco!
Ven, penitente gozoso,
que lloras de regocijo;
heraldo loco de amor
y paz de los enemigos;
bien por los barrios y
plazas,
juglar del perdón divino,
¡ven, Francisco!
Ven, ángel de buenas
nuevas,
háblanos de Jesucristo;
ven, boca del Evangelio,
cristiano sabio y
sencillo;
hermano tan deseado,
Francisco, tan bien
querido,
¡ven, Francisco! Amén.