A LAS 8:30 DE LA
TARDE, EL OBISPO HA CELEBRADO LA EUCARISTÍA EN HONOR DE NUESTRA MADRE SANTA
CLARA.
Hoy hace 763 años que santa Clara voló de esta tierra al cielo.
Varios acontecimientos sobrenaturales sucedieron el día de su tránsito, pues la Virgen María
y Jesucristo, bajaron a recoger su alma, junto a un cortejo de vírgenes, tal
como podemos leer en el proceso de canonización de la santa, cuando una de las testigos declaró bajo juramento este suceso, que por gracia especial de Dios, pudo contemplar.
En nuestra
iglesia, lo hemos celebrado con gran solemnidad.
La presencia del obispo y los cuatro sacerdotes concelebrantes, los cantos, las flores que adornaban a la santa, una iglesia abarrotada de fieles, la iluminación,… todo contribuía a que se respirase un ambiente de alegría, fiesta y júbilo en todos los asistentes a la celebración.
La numerosa asamblea de fieles que asistió a nuestra iglesia, ha escuchado con atención las interesantes palabras que el obispo, D. Ciriaco Benavente, ha dirigido en la homilía. Después de hacer una bonita explicación de las lecturas y del evangelio de la misa de hoy, adaptadas a la experiencia espiritual de nuestra santa madre, se ha centrado en la vida y testimonio de su vida evangélica.
La presencia del obispo y los cuatro sacerdotes concelebrantes, los cantos, las flores que adornaban a la santa, una iglesia abarrotada de fieles, la iluminación,… todo contribuía a que se respirase un ambiente de alegría, fiesta y júbilo en todos los asistentes a la celebración.
La numerosa asamblea de fieles que asistió a nuestra iglesia, ha escuchado con atención las interesantes palabras que el obispo, D. Ciriaco Benavente, ha dirigido en la homilía. Después de hacer una bonita explicación de las lecturas y del evangelio de la misa de hoy, adaptadas a la experiencia espiritual de nuestra santa madre, se ha centrado en la vida y testimonio de su vida evangélica.
Entre otras
cosas ha dicho que podemos considerar a santa Clara como maestra para los
tiempos actuales, en tres aspectos:
- Maestra de pobreza
vivida en radicalidad, de humildad, de sencillez y devoción a la Eucaristía.
- Amor apasionado a Cristo
pobre y crucificado, su esposo, al que se dirige con expresiones tomadas
del Cantar de los Cantares.
- Amor fiel, inquebrantable
a la Iglesia.
Finalizó su
homilía con estas palabras:
"La vida de Clara sigue siendo hoy luz y claridad, un regalo de Dios para la Iglesia de todos los tiempos".
Y a las hijas de santa Clara nos ha animado a seguir los pasos de nuestra seráfica madre, siguiendo el camino que ella inició hace más de 800 años, para gloria de Dios y bien de la Iglesia.
"La vida de Clara sigue siendo hoy luz y claridad, un regalo de Dios para la Iglesia de todos los tiempos".
Y a las hijas de santa Clara nos ha animado a seguir los pasos de nuestra seráfica madre, siguiendo el camino que ella inició hace más de 800 años, para gloria de Dios y bien de la Iglesia.